La lucha por la libertad de un valiente
Eleuterio Sánchez, conocido por muchos como El Lute, es una de las grandes leyendas de la España del desarrollismo. Perteneciente al grupo social de los mercheros, que tiene muchísimos puntos de diferencia con payos y gitanos, Eleuterio Sánchez es uno de esos personajes con una vida que parece sacada de una novela. Nacido en la mayor de las miserias, perseguido desde niño por la Guardia Civil por el hecho de ser merchero, valiente, duro, atrevido y amante de la libertad, noble y enemigo de hacer daño a nadie, Eleuterio Sánchez sufrió vejaciones en prisión. Las autoridades franquistas quisieron convertirlo en el enemigo público número uno en una época en que los goles de Amancio, las canciones de Rafael y los puñetazos de Urtain copaban la prensa.
MAÑANA SERÉ LIBRE
Eleuterio Sánchez
Editorial Almuzara
475 páginas. 21 euros
Algunos carceleros se cebaron con un hombre que los ponía en ridículo con sus fugas. La Guardia Civil movilizó a centenares de efectivos para atrapar a Eleuterio Sánchez. La dictadura consideraba imprescindible devolver a chirona a un merchero que, desde pequeño, se había visto obligado a robar para sobrevivir. Su primer robo fue siendo niño cuando, hambriento como un perro, vio a un chavalillo de carnes generosas zampándose un bocadillo glorioso. El pequeño Eleuterio se lo arrebató y salió corriendo para comérselo en un lugar tranquilo.
Ser merchero y nómada en la España de los años cincuenta -Eleuterio Sánchez nació en Salamanca en 1942- suponía estar condenado a la miseria porque a los miembros de este grupo social se les privó con el desarrollo del país de sus medios de subsistencia. Ni siquiera podían ya reparar cacerolas y otros recipientes.
La editorial cordobesa Almuzara ha reeditado recientemente Mañana seré libre, la segunda parte de las memorias de Eleuterio Sánchez. Almuzara reeditó hace un año Camina o revienta, la primera parte de estas memorias, que ha obtenido un gran éxito de público.
Mañana seré libre constituye una lectura apasionante, llena de aventuras, huidas y sentido de la dignidad. Y es también un canto de amor a la cultura porque Eleuterio Sánchez creció como hombre gracias a su devoción por los libros.
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