El tráfico desciende en la almendra central gracias a los parquímetros, según el PP

El volumen de tráfico en la almendra central de la ciudad -delimitada por el anillo de la M-30- ha descendido el 11,8% en dos años y medio, a pesar de que el parque automovilístico ha crecido un 5%. Los movimientos diarios de coches que atraviesan la M-30 son hoy 75.000 menos que en 2003, cuando Alberto Ruiz-Gallardón llegó a la alcaldía. El gobierno municipal (PP) atribuye este descenso a las medidas de restricción al tráfico privado puestas en marcha en este mandato y, sobre todo, a la extensión de la red de aparcamientos de pago (parquímetros). La oposición admite el efecto disuasorio de los parquímetros, pero agrega que otros muchos conductores dejan el coche en casa asustados por tanta obra.

El Ayuntamiento no puede saber exactamente cuántos coches circulan al día por Madrid. Pero sí puede hacer estimaciones a partir de los vehículos que son literalmente registrados por los más de 3.000 sensores empotrados en el asfalto en distintos puntos de la ciudad. No todos los coches que circulan son contados -porque no todos pasan por calles con sensor-; pero, por otro lado, algunos se cuentan varias veces, por ejemplo si están un rato dando vueltas por la misma zona buscando aparcamiento.

Los datos recogidos en esta página son los de coches contados por los sensores, mes a mes, durante los años 2003, 2004 y 2005. "Se trata de una información que no es rigurosa para conocer el número de vehículos que circulan, pero sí perfecta para hacer comparativas de un año a otro", explica Ángel Mateos, subdirector general de Circulación.

- Más coches pero menos tráfico. Los datos del Ayuntamiento reflejan que el tráfico disminuye, aunque parezca mentira observando los atascos habituales y los provocados por las obras, y a pesar de que el parque automovilístico de Madrid no deja de aumentar (en torno al 5% anual). La almendra central -dividida en varios cinturones concéntricos- registró en 2005 un 11,8% menos de movimientos de los que soportaba en 2003. En cifras absolutas, 1,8 millones de movimientos en 2005 frente a los dos millones de 2003. Pero se trata de "movimientos", no de coches, porque hay muchos vehículos que, al ir moviéndose por la ciudad, son captados por los sensores de los distintos cinturones.

- Cruzar la frontera. Un dato más significativo puede ser el de los movimientos registrados entre la M-30 y las rondas (el "segundo cinturón"): el número de coches que traspasan la frontera anular de la M-30 para acceder a los distritos centrales ha descendido el 12%: de 610.000 movimientos diarios a 535.000: unos 75.000 coches menos cada día. "No es una cifra rigurosa porque ésos no son coches con nombres y apellidos. Y, sobre todo, porque hay muchos conductores que no cruzan ese cinturón para penetrar en el centro, van por otros lados", advierte Mateos. "Pero sí puede usarse para comparar la tendencia de un año a otro, que es claramente a la baja".

En el conjunto de la ciudad, la "intensidad media diaria" de vehículos fue el año pasado de 2,7 millones de movimientos al día, y en 2003 era de 2,9 millones: un descenso del 8%.

- 35.000 vehículos menos en el 'corazón' urbano. A partir de los datos arrojados por los sensores, y aplicando un "complicado modelo matemático", el Ayuntamiento ha realizado una estimación de número de coches reales que circulan, aunque sólo para el caso del "primer cinturón", que se corresponde casi exactamente con el distrito Centro: por allí se mueven a diario, según el subdirector general, 275.000 coches, unos 35.000 menos (el 12% menos) que hace tres años.

- La M-30, estable. La M-30, principal vía de circunvalación de la capital y levantada en obras desde septiembre de 2004, mantiene su volumen de tráfico sin apenas variación: los 270.000 vehículos que eran registrados cada día en 2003 aumentaron incluso un poco en 2004, y vuelven a descender hasta los 262.000 en 2003. En realidad circulan bastantes más coches -el Ayuntamiento siempre ha dado la cifra estimada de 600.000 movimientos diarios en todo el anillo-, pero esos 262.000 son los contados por los sensores instalados en el asfalto.

- ¿Miedo a los parquímetros o a las obras? Al margen de cifras redondas y estimaciones, lo que sí demuestran los datos de forma inequívoca, según sostiene el Gobierno municipal, es la tendencia en estos dos años y medio: menos tráfico en la ciudad y, sobre todo, menos movimientos de coches en la almendra central. Y las razones las encuentra el PP en la política seguida en este tiempo por la Concejalía de Seguridad y Servicios a la Comunidad, dirigida por Pedro Calvo. Desde 2003, la red de parquímetros -aparcamiento de pago y con un tiempo máximo de estancia- se ha ampliado (de 37.259 plazas en 19 barrios a 87.809 plazas en 32 barrios) y sus tarifas han crecido casi un 50%; el barrio de Cortes -que incluye Las Letras- ha sido cerrado a los conductores no residentes; las restricciones al tráfico en Sol se han endurecido, y el parque del Oeste, la Casa de Campo y la Dehesa de la Villa también han sido cerrados parcialmente a la circulación.

"Hemos puesto en marcha un conjunto de medidas que lanzan un mensaje a los conductores: 'Use usted el transporte público, venir a Madrid en coche no compensa'. Y lo estamos consiguiendo. Si aparcar en el centro es cada vez más difícil y cuesta dinero, si hacerlo de forma indebida también se complica porque los agentes de movilidad garantizan que se cumplan las normas, si además en muchos sitios de la ciudad no se puede entrar con vehículo privado... ¿Para qué venir en coche pudiendo coger el metro?", resume Javier Conde, director general de Movilidad.

Los grupos de oposición (PSOE e IU) admiten el efecto de los parquímetros, pero consideran otros argumentos. "No conozco los datos, pero no me extrañaría que se haya reducido la entrada de coches a la ciudad. El panorama es desolador: atascos permanentes, obras por todas partes... Puede que haya menos coches, sí, pero es que el espacio físico para circular también se ha reducido", apunta el concejal socialista Óscar Iglesias. El PSOE se opone a la extensión de los parquímetros "por toda la ciudad" y pide un "plan de movilidad" y una "apuesta real por el transporte público".

Julio Misiego, de IU, más favorable a la política de extender el aparcamiento de pago, señala que "si esos datos son ciertos, la tendencia parece ir a mejor, aunque aún no es suficiente". Y añade: "Estoy convencido de que los parquímetros están disuadiendo a muchos conductores, es una complicación entrar en Madrid si no sabes dónde vas a poder dejar el coche. Pero también apuesto a que muchos renuncian a venir porque circular por Madrid, en este momento, es toda una aventura".