Un arsenal atómico pequeño, viejo y costoso
No hay datos oficiales en torno al armamento nuclear francés, pero según las estimaciones del Observatorio de Armas Nucleares (OBSARM), organización independiente francesa formada por expertos, Francia cuenta con 348 cabezas nucleares, una cifra comparable con las 200 de Reino Unido o las 400 de China, pero muy inferior a las miles de bombas rusas y estadounidenses (entre 6.000 y 10.000 activas, según las distintas estimaciones).
Además de reducidas, las capacidades nucleares francesas están envejecidas o son poco eficaces. La mayor parte de las bombas atómicas (288 según el OBSARM) están a bordo de cuatro submarinos. Uno de ellos, L'Inflexible, tiene más de 20 años (se prevé su desactivación en 2008). Otro, Le Triomphant, se quedó casi tres años "indisponible", entre 2002 y 2005, por un incidente en la sala de máquinas. Además de la Armada, tres aviones pueden llevar 60 cabezas nucleares. El más moderno es un Mirage de 1988, y tiene capacidad para 50 cabezas. Dos Super Étendard, fabricados en 1978, se reparten las 10 bombas nucleares restantes.
El Ministerio de Defensa hace de la necesidad virtud, y explica que la debilidad del arsenal francés es una apuesta estratégica. "Desde los orígenes de su política de disuasión nuclear, Francia ha procurado mantener su arsenal en los niveles más bajos necesarios a su seguridad, siguiendo el llamado principio de suficiencia", explica en su página web.
Deterioro progresivo
Desde los últimos ensayos en 1995 en el atolón de Mururoa (océano Pacífico), el Gobierno de París redujo sus instalaciones, cerrando dos centros, el de Mururoa y otro en el departamento francés de Vaucluse, y dejó de utilizar dos de sus seis submarinos nucleares. Francia es también la primera potencia nuclear, junto a Reino Unido, en haber ratificado el tratado que prohíbe los ensayos nucleares.
Con todo, ser miembro del llamado club nuclear tiene un alto coste: unos 3.000 millones de euros al año, el 10% del presupuesto del Ministerio de Defensa. Más inversiones están en curso: un nuevo submarino nuclear está previsto para 2010. Estará equipado con un nuevo misil, el M51, cuyo coste será de 5.000 millones de euros. Otro tipo de misil, el ASMPA (aire-tierra, de alcance medio) permitirá disparos de precisión desde aviones de combate.
La importancia de los gastos que supone el arma nuclear ha sido objeto de debates y tensiones entre la clase política. En 2004, el presidente Chirac habló en estos términos de su rival, y entonces el ministro de Hacienda, Nicolas Sarkozy, quien pedía recortes en el presupuesto de Defensa: "Yo decido, él ejecuta".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.