La Ronda del Mig tendrá aceras amplias, un carril menos y potenciará el transporte público
El tramo por reformar va de Via Augusta a la calle del Escorial y costará 20 millones
Menos espacio para el vehículo privado y más para el transporte público y los peatones. Es la fórmula pactada por vecinos y el Ayuntamiento de Barcelona en la reforma del tronco central de la Ronda del Mig, desde la calle del Escorial hasta la Via Augusta. No se soterrará como ha ocurrido con la parte sur, pero los cambios de esa parte de la ronda junto con la nueva plaza de Lesseps -hoy un mar de zanjas- suavizarán la autopista a cielo abierto en el que se ha ido convirtiendo esa vía desde la década de 1970, cuando el urbanismo se rindió ante el coche.
La intervención es sobre los 2.300 metros aproximadamente de la ronda desde la calle del Escorial hasta Via Augusta, por donde se alinean unas 8.000 viviendas. Todo ese tramo tendrá dos carriles de circulación por cada sentido y otro de autobús, también en ambas direcciones. Supone la reducción de los tres carriles actuales a dos y la desaparición de las 145 plazas de aparcamiento en superficie que hay actualmente, aunque los técnicos no descartan que se pueda estacionar de noche en el carril bus. Para sustituir las plazas en superficie se construirán dos aparcamientos con 478 plazas, la mayoría de ellas para residentes. La supresión de carriles supondrá la reducción del 25% del paso de los 35.000 vehículos que a diario transitan por cada uno de los sentidos de esa vía. Esa es, al menos, la previsión que hacen los responsables municipales que calculan el efecto que tendrá el incremento de la oferta de autobuses y la entrada en funcionamiento de la línea 9 del metro.
El beneficiado más claro de la reforma será el peatón, que tendrá aceras de 5,70 metros, salvo en los puntos en los que las distancias entre ambas fachadas sea menor de 30 metros. Entre ambos lados de la circulación se creará una medianera de unos dos metros de ancho. No se podrán estacionar motos en las aceras, de donde se pretende reducir al máximo la ocupación. La zona tendrá una central de recogida neumática de basura. El proyecto apunta que dentro del pacto por la Movilidad se concretará el espacio reservado para las bicicletas en alguna de las calles cercanas a la Ronda del Mig.
Se trata de una reforma pactada entre los responsables de urbanismo y las diferentes asociaciones de vecinos de los distritos de Gràcia y Sarrià, divididos en dos secciones desde hace años por el efecto barrera de la ronda. Precisamente otra de las mejoras que se introduce es el incremento de pasos de peatones y cruces para permeabilizar la barrera.
En la presentación del acuerdo, los representantes vecinales apuntaron que no habían conseguido todo lo que querían, pero afirmaron que la reforma supone una mejora "indudable" de la calidad de vida de los vecinos. Las obras se harán por fases en función de como vaya el proyecto de reforma de la plaza de Lesseps.
Llamada al orden de Clos
El alcalde de Barcelona, Joan Clos, se mostraba muy contento ayer en la presentación del acuerdo para la reforma de la Ronda del Mig, una vía eternamente en construcción si se tiene en cuenta que las obras del primer tramo para suavizar el impacto del coche empezaron en 1994. Dijo, en su intervención en la flamante biblioteca de Jaume Fuster -siempre llena- , que lo importante eran los proyectos de ciudad que suponían mejoras para los vecinos. Y de forma parecida contestó cuando fue preguntado sobre un posible cambio de alianzas políticas -con CiU y dejando de lado ERC- apuntado por el secretario de la federación de Barcelona de su propio partido, Joan Ferran. "Nada más lejos de mi intención. Lo que hay que hacer ahora es trabajar y ya les he pedido a todos [a sus socios y a su partido] que se esfeurcen en el trabajo que queda hasta las elecciones". Para Alberto Fernández Díaz, en cambio, la posibilidad de pactos múltiples entre el resto de las formaciones del consistorio "demuestra que el PP es la única alternativa de cambio real".
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