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Las protestas contra la ONU en Costa de Marfil causan cuatro muertos

'Cascos azules' de Bangladesh abandonan una localidad tras abrir fuego para defenderse

Los enfrentamientos entre partidarios del presidente de Costa de Marfil, Laurent Gbagbo, y los cascos azules estacionados en el país causaron ayer al menos cuatro muertos y una docena de heridos en Guiglo. Los seguidores de Gbagbo protestan contra la recomendación de la ONU de suspender la Asamblea Nacional, cuya vigencia expiró hace tiempo, y acusan al organismo y a Francia, la antigua potencia colonial, de intentar una "recolonización" del país.

Costa de Marfil, el mayor productor mundial de cacao, vive una situación de preguerra civil desde que en 2002 la parte norte del país se rebeló contra el Gobierno. Cuatro mil cascos azules de la ONU y 7.000 soldados franceses supervisan la línea de alto el fuego.

El domingo, Pierre Schori, representante del grupo de trabajo internacional de la ONU encargado de vigilar el proceso de paz, recomendó disolver la Asamblea, controlada por el Frente Popular Marfileño (FPI) de Gbagbo. En respuesta, el FPI anunció su retirada del Gobierno de transición, encabezado desde diciembre por el jurista independiente Konan Banny. Como parte del proceso los poderes ejecutivos de Gbagbo han sido considerablemente reducidos.

Los partidarios del presidente se lanzaron ayer a la calle por tercer día consecutivo, y grupos de jóvenes saquearon e incendiaron las oficinas de la ONU y del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados y de la ONG Save the Children en la localidad de Guiglo, a 300 kilómetros de la capital económica, Abiyán. Según el portavoz de los cascos azules, Gilles Combarieu, los 300 soldados de Bangladesh destacados en esta localidad tuvieron que abandonarla tras verse obligados a abrir fuego para defenderse. Estos enfrentamientos causaron la muerte de al menos cuatro atacantes, según la ONU.

En Abiyán, la sede de Naciones Unidas se encuentra cercada por jóvenes del FPI, que en la noche del martes ya intentaron el asalto. En Abiyán vive una importante comunidad francesa que sufrió a finales de 2004 las iras de los partidarios de Gbagbo, cuando Francia destruyó la aviación marfileña tras un ataque en el que murieron ocho de sus paracaidistas. El general Henri Bentégeat, jefe del Estado Mayor del Ejército francés, no excluyó una nueva intervención de las tropas francesas si "hubiese vidas en peligro".

Gbagbo ha prohibido oficialmente las protestas callejeras, pero sus partidarios actúan con impunidad ante la pasividad de las fuerzas de seguridad. El portavoz de los rebeldes del norte, Sidiki Konate, denunció que el presidente está orquestando "una insurrección contra el Gobierno de transición para recuperar el poder" y advirtió del riesgo de una guerra civil.

La ministra de Defensa francesa, Michele Alliot-Marie, hizo un llamamiento a la calma y pidió la intervención de la comunidad internacional. El diario Libération publicaba ayer un informe de la UE que desvela que el mandatario marfileño se apropió de los fondos destinados a los productores de cacao para comprar armas.

El Consejo de Seguridad prepara una respuesta en forma de sanciones contra "algunas personalidades marfileñas", según el embajador de Tanzania ante el organismo internacional, Augustine Mahiga. El presidente de la Unión Africana (UA), el presidente nigeriano Olusegun Obasanjo, llegó ayer a Abiyán para entrevistarse con Gbagbo acerca de la crisis.

Seguidores del presidente Gbagbo, ayer en las calles de Abiyán.
Seguidores del presidente Gbagbo, ayer en las calles de Abiyán.ASSOCIATED PRESS

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