El Parlamento Europeo rechaza el presupuesto 2007-2013, pero acepta negociar

El Parlamento Europeo rechazó ayer las Perspectivas Financieras 2007-2013 (el marco presupuestario de la UE) por una aplastante mayoría de 546 votos. Votaron a favor 56 europarlamentarios, mientras que 78 se abstuvieron. En su argumentación, los distintos grupos parlamentarios manifestaron, no obstante, su disposición a negociar un nuevo presupuesto. El presidente de turno de la UE, el canciller austriaco Wolfgang Schüssel, advirtió de que esa negociación sería muy difícil, "mucho más que el acuerdo alcanzado" por el Consejo.

El pasado 18 de diciembre, los jefes de Estado y de Gobierno aprobaron el presupuesto tras intensas negociaciones por un volumen total de 862.000 millones de euros, lo que significaba un importante recorte respecto al aprobado por el Parlamento en junio, que ascendía a 975.000 millones.

El presidente de la Eurocámara, Josep Borrell, recordó que las modificaciones que pretendían introducir los diputados "no se refieren sólo a las cifras, sino también a sus reglas de ejecución y a su distribución". El presidente recordó que la aprobación del presupuesto es una de las funciones básicas de un parlamento y señaló que en cualquier caso había una clara voluntad de alcanzar un acuerdo.

El líder del Grupo Socialista, Martin Schulz, reprochó a Schüssel que "en todas las áreas que ha descrito como prioritarias [en su discurso de presentación de objetivos de la presidencia austriaca] se redujeron fondos con su propio voto".

Crecimiento y empleo

El diputado socialista recordó que los gobiernos habían recortado 35.000 millones de euros de las políticas destinadas al crecimiento y empleo, así como otros recortes importantes en la lucha contra la delincuencia y asuntos internacionales. Schulz recriminó también al presidente de la Comisión, José Manuel Durão Barroso, al manifestar que un recorte del presupuesto de 180 millones de euros fuera un éxito.

El presidente del Partido Popular Europeo, Hans-Gert Poettering, señaló que no centraría sus demandas en un incremento cuantitativo del presupuesto sino que pondría el acento en una mejor distribución de los recursos.

Los eurodiputados lamentaron que el presupuesto aprobado se basara en "las políticas tradicionales" más que en las destinadas a afrontar "los nuevos desafíos de la Unión". Consideran inaceptable "la reducción de recursos destinados a fomentar la competitividad, el crecimiento y el empleo".

Durante la sesión de ayer se produjo un incidente cuando el eurodiputado del Grupo de los Verdes, Bernat Joan, intervino en catalán. El vicepresidente, Manuel Antonio dos Santos, le interrumpió advirtiéndole de que los intérpretes tenían instrucciones de no traducirle. El vicepresidente recordó que el catalán no es un idioma aceptado para ser empleado en el pleno del Parlamento Europeo.