La Comisión sugiere la retirada de la directiva sobre los puertos

Bruselas podría retirar la polémica directiva que pretende liberalizar los servicios portuarios y que ha provocado una huelga de dos días en gran parte de los puertos de Europa. La oposición a la ley de la mayoría de los europarlamentarios, que debatieron ayer la propuesta comunitaria, llevó a la Comisión Europea a sugerir una retirada del texto. "Me comprometo a sacar todas las consecuencias que se imponen tras el voto", dijo ayer el comisario europeo de Transportes, Jacques Barrot, ante el pleno de la Eurocámara. Los europarlamentarios tienen previsto votar hoy la legislación, dos días después de que miles de estibadores protestaran ante la sede del Parlamento en Estrasburgo lanzando piedras y bengalas.

El texto que se vota hoy constituye la segunda intentona legislativa de modernizar el funcionamiento de los puertos, elaborado por la antecesora de Barrot, la ex comisaria española Loyola de Palacio, y que pretende acabar con los monopolios en los muelles europeos. La propuesta establece la contestada "autoasistencia", por la que los armadores tendrían derecho a utilizar su propia tripulación para los trabajos de carga y descarga, parcialmente para el amarre y para el acceso a los embarcaderos.

Segundo día de paro

Entre los que se oponen a la directiva, predomina la idea de que un régimen liberalizado de este tipo supondría la pérdida de miles de puestos de trabajo, sobre todo para los estibadores de los grandes puertos como el de Rotterdam o el de Amberes que, sostienen, serían reemplazados por empleados de las grandes navieras contratados en países con salarios más bajos.

Los grupos socialistas, de la Izquierda Unitaria Europea y de los Verdes (en total, 282 escaños) han manifestado su intención de votar hoy en contra de la directiva. En las filas populares y liberales (que suman 354 escaños) hay división de posiciones, pero predomina la oposición a la iniciativa de Bruselas, según fuentes parlamentarias. Los populares españoles declararon ayer su apoyo al texto, por considerar que estimula la competencia y que acabará por beneficiar a los puertos españoles frente a sus competidores europeos.

Mientras los políticos debatían en Estrasburgo, parte de los puertos de Europa siguieron parados por segundo día consecutivo. Los paros en España respetaron los servicios mínimos, según los sindicatos UGT y CC OO, que apoyaron la protesta. Los puertos de Valencia, Galicia, Sagunto, A Coruña y Canarias permanecieron ayer paralizados, mientras que en Bilbao y en Vigo los estibadores reanudaron la actividad. En total, unos 100.000 trabajadores se dedican a la carga y la descarga de mercancías de barcos en Europa. Y piensan que la liberalización, además de causar despidos masivos, incorporará a trabajadores poco cualificados e incrementará el peligro de accidentes laborales.