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Reportaje:

El retablo de san Benito

El Museo de Bellas Artes de Bilbao expone dos relieves de Alonso Berruguete, dentro del programa 'La obra invitada'

Dos bellos relieves en madera policromada, procedentes del retablo del monasterio de San Benito el Real de Valladolid, sorprenden desde ayer al visitante en el hall del edificio antiguo del Museo de Bellas Artes de Bilbao. Las piezas, esculpidas en el primer tercio del siglo XVI por Alonso Berruguete, continuarán en ese emplazamiento hasta el 31 de marzo. Se trata de la décimotercera obra invitada que acoge el museo bilbaíno, desde que comenzó con dicho programa "que tan buena acogida tienen entre el público", como indicó ayer el director de la pinacoteca, Javier Viar.

Las dos escenas, cedidas por el Museo Nacional de Escultura de Valladolid, fueron encargadas por el abad de la comunidad benedictina de Valladolid a Berruguete, como celebración de algunos episodios de la vida de su fundador, san Benito de Nursia. El retablo, que narra la historia de este santo, "maravilló en su momento y sirvió de punto de partida para que el arte español abrazara el primer manierismo", explicó en la presentación de las piezas el director del museo vallisoletano, Jesús Urrea. Ese "monumental retablo mayor" fue realizado entre los años 1525 y 1530 y permaneció en el monasterio de San Benito el Real hasta la desamortización de Mendizábal (siglo XIX), momento en que fue a parar al Museo Nacional de Escultura, según informó Urrea.

Las dos escenas pertenecían al retablo mayor de un antiguo monasterio

El progresivo abandono del monasterio causó la desaparición de algunas piezas, aunque la mayoría está en el museo de Valadolid. San Mauro salva a San Plácido y San Benito y el milagro del agua, los dos relieves que se exponen en Bilbao, presentan figuras que prácticamente "se salen de su marco, se lanzan al vacío para implicar al espectador en su contemplación". Urrea resaltó "la calidad extraordinaria" de su policromía, realizada por colaboradores de Berruguete, y señaló "la gran modernidad" de sus motivos.

El director del Museo Nacional de Escultura ensalzó la "visión anticipadora" de Berruguete, que "avanzó en el primer tercio del siglo XVI lo que se iba a realizar durante buena parte de aquella centuria". Así, las dos piezas expuestas en Bilbao combinan elementos propios de la tradición artística medieval, como el dramatismo o el uso de fondos dorados, y otros del renacimiento italiano, como la búsqueda de verismo en la caracterización de los personajes o la soltura del paisaje.

Urrea destacó el "variadísimo repertorio de motivos y temas ornamentales" esculpidos en los hábitos de las figuras del retablo, lo que es "indicativo del deseo del artista de enriquecer, aún más, la obra acabada". Los dos relieves, de gran tamaño, están colgados en el Bellas Artes para ser contemplados de frente. Sin embargo, Urrea recomendó a los visitantes que tengan en cuenta que estas piezas fueron realizadas para ser vistas desde lejos. El Museo Nacional de Escultura de Valladolid intentará reconstruir los distintos cuerpos de los que se componía el retablo de Berruguete para que puedan ser contemplados en su conjunto en la segunda mitad de este año.

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