Vacunas infantiles

En relación con la carta publicada en su diario el pasado domingo 15 de enero, relativa a un niño alérgico al huevo pendiente de una vacuna triple vírica, quisiera realizar las siguientes puntualizaciones.

En primer lugar, la situación referida en dicha carta es, pese a su importancia, completamente excepcional. La vacuna triple vírica se viene administrando con normalidad a los 15 meses, por lo que prácticamente el 100% de los niños nacidos en la Comunidad de Madrid está protegido frente al sarampión, la rubeola y la parotiditis.

A los niños alérgicos a la clara de huevo se les administraba, en los centros de vacunación de Madrid y del resto de las comunidades, una vacuna triple vírica específica, carente de proteína de huevo. A finales del año 2004, esta vacuna fue retirada del mercado por la empresa farmacéutica para su reformulación.

Desde esa fecha, se ha empleado en el caso de estos niños la única alternativa disponible en el mundo, una vacuna con componentes de sarampión y rubeola, pero no de parotiditis. Esta vacuna, que no está disponible en España, se suministró con normalidad a los centros de vacunación de la Comunidad de Madrid hasta el pasado mes de septiembre, fecha de caducidad de los últimos lotes adquiridos. Desde entonces no ha sido posible importar más vacunas. Con fecha 16 de noviembre de 2005, el laboratorio fabricante comunicó oficialmente su imposibilidad de seguir suministrándolas e informó de que esperaba solucionar esta situación en el mes de enero de 2006.

La Dirección General de Salud Pública de la Comunidad de Madrid lamenta esta situación -que afecta a todo el territorio nacional- y se mantiene en contacto con el Ministerio de Sanidad y Consumo y el laboratorio farmacéutico, con el fin de que el suministro se restablezca cuanto antes. En el momento en el que se disponga de esta vacuna, o de una nueva, se procederá a la recaptación de los niños no vacunados en este periodo.

No obstante, recomendamos a los padres de los niños afectados que consulten con su pediatra y su especialista en alergología para, conjuntamente, evaluar la posibilidad de administrar la vacuna estándar disponible, ya que se ha comprobado que no todos los casos de alergia al huevo contraindican su empleo.