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Reportaje:

Los primeros coches chinos llegan a España

La industria china del automóvil prepara su expansión internacional, y los primeros modelos, como el Jiangling Landwind, se pueden adquirir ya en Holanda y Bélgica y estarán disponibles en España después del verano. Pero la temida invasión de coches chinos será en principio un fenómeno casi testimonial, según los expertos, aunque a largo plazo podría provocar una revolución. Antes, los fabricantes orientales deberán resolver sus carencias técnicas para cumplir las normas de seguridad y emisiones de los países desarrollados.

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El todoterreno Jiangling Landwind saldrá a la venta en España a partir de julio por 17.000 euros y tendrá unos objetivos comerciales modestos, según Alfonso Saavedra, responsable de Sino Motors, el importador oficial: "Esperamos comercializar 1.000 unidades en 12 meses, pero en 2007 tendremos un nuevo monovolumen de 4,4 metros y siete plazas similar al Scénic que nos permitirá aumentar las ventas. De cualquier forma, la llegada de los coches chinos no supondrá una avalancha, como creen algunos. Primero tendrán que abrir mercado, y como son unos magníficos comerciantes lo harán poco a poco para no asustar. Además, los coches serán baratos, pero no tanto como se espera. Los utilitarios más sencillos no bajarán de 8.000 euros, y sólo serán entre un 10% y un 15% más económicos que los coreanos. Hay que tener en cuenta que pagan un 10% de arancel para entrar en Europa, y su principal ventaja se reduce a la mano de obra, porque las tecnologías y dispositivos de seguridad los compran a los mismos proveedores que las demás marcas. Además hay un factor de marketing muy importante: los productos muy baratos generan desconfianza en el consumidor".

Algunos directivos que negocian la importación de marcas chinas opinan que la industria del automóvil de este país ha alcanzado en la actualidad un desarrollo similar al que tenía la de Corea del Sur en 1990, pero añaden que las exigencias técnicas y legales de entonces eran mucho más fáciles de cumplir que las actuales, y ahora implican un esfuerzo tecnológico y financiero muy superior. Según su opinión, la industria china disfruta de otras ventajas claves para triunfar en el futuro, como una mano de obra preparada y barata, y sobre todo un mercado local que puede llegar a 20 millones de unidades en 15 años. Esto aporta una base muy sólida para desarrollar con rapidez esta industria. Además, otros expertos aseguran que su implantación global traerá cambios mucho más importantes que los provocados por las marcas japonesas, y que los coches chinos sustituirán a los coreanos en los segmentos más bajos y disputarán las ventas a las marcas europeas más populares, que podrían tener muchos problemas para mantener su competitividad fabricando en Europa.

Una industria atomizada

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La amplia autonomía de las regiones chinas ha provocado que la mayoría haya desarrollado su propia industria del automóvil, y todas quieren jugar en primera división. Muchas marcas están especializadas en un tipo de vehículo -coches, furgonetas, autobuses-, y en algunos casos sólo fabrican un modelo. El resultado es un sector atomizado con más de cien fabricantes luchando por un mercado saturado que habrá superado los cinco millones de unidades en 2005: tres millones de turismos y dos entre furgonetas, camiones y autobuses.

Pero la situación a medio plazo es insostenible, porque la competencia feroz ha reducido los márgenes al mínimo y está obligando a vender los excedentes en el exterior. En 2005, China ha exportado unas 150.000 unidades, pero para seguir creciendo se impone una concentración, y cada marca afronta el futuro de forma diferente: unas contratan a diseñadores internacionales; otras se asocian con marcas europeas, norteamericanas, japonesas o coreanas, que aportan la tecnología, y otras intentan adquirir fabricantes occidentales, como Rover. Pero lo que no plantea dudas a los expertos es que la industria china tendrá que concentrarse y podría convertirse en un protagonista clave en el futuro del automóvil. Primero entrará en los países emergentes, y en Latinoamérica en especial, que tiene legislaciones técnicas más permisivas y es su objetivo estratégico. Pero este mercado será sólo el laboratorio de ensayo para conquistar después otros más desarrollados.

Presentación de la marca china Geely en el pasado Salón de Francfort.
Presentación de la marca china Geely en el pasado Salón de Francfort.

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