Un hombre muere apuñalado en Barcelona tras una riña por una leve colisión de tráfico

Un hombre de 19 años murió apuñalado ayer por la tarde en Vallirana (Barcelona) tras una riña motivada por una leve colisión de tráfico ocurrida en el recinto de una gasolinera. Los presuntos autores de la agresión son dos hermanos, uno de ellos con antecedentes por delitos menores, que fueron detenidos por los Mossos d'Esquadra 15 minutos después de producirse el crimen. La coordinación entre la policía autonómica y la Guardia Civil, unida al azar, facilitó la casi inmediata detención de los presuntos autores del crimen.

Los hechos sucedieron en la estación de servicio de la empresa Repsol situada a las afueras de Vallirana, localidad situada a unos 20 kilómetros al sur de Barcelona, al pie de la carretera nacional N-340. Fuentes policiales explicaron que en el interior del recinto de la gasolinera se produjo una colisión sin importancia entre dos vehículos. Uno de ellos era un Mini de matrícula belga, en el que viajaban los hermanos Agustín y Alfonso López Barrios, de 26 y 29 años de edad respectivamente, y vecinos de L'Hospitalet de Llobregat.

Después de la pequeña colisión, Agustín salió de su vehículo y se encaró verbalmente con el único ocupante del otro automóvil, Alberto Rojas Peña, de 19 años y vecino de Vallirana. La discusión motivada por la colisión sin importancia de los automóviles pasó a mayores y Agustín López Barrios apuñaló a Rojas y le produjo la muerte instantánea.

A continuación, los hermanos abandonaron en el recinto de la gasolinera a una mujer y un bebé que les acompañaban y se dieron a la fuga en su coche, en dirección sur. A las 19.41 horas, la central de Tráfico de los Mossos d'Esquadra recibió una llamada de la Guardia Civil, que es el cuerpo encargado de la seguridad ciudadana en Vallirana, en la que les alertó de los hechos y de la matrícula del coche huido.

La policía autonómica alertó a todas sus dotaciones con esos datos, puesto que es el cuerpo policial que ejerce la competencia de tráfico en la comunidad autónoma de Cataluña. Curiosamente, una de esas dotaciones se encontraba a pocos kilómetros de distancia de donde habían ocurrido los hechos asistiendo a otro vehículo que había sufrido un percance, lo que motivó retenciones en la carretera N-340.

Acceso a la autopista

Si los huidos tenían intención de acceder a la autopista AP-7 para despistar a la policía ese era el lugar por el que debían pasar, a menos que optasen por coger una vía secundaria y dar un rodeo.

A las 19.55 horas, es decir, apenas 14 minutos después de producirse la llamada de la Guardia Civil alertando a los Mossos, el vehículo belga atravesó el punto kilométrico 1.215, en el término de Sant Miquel d'Olèrdola, donde estaba la dotación de los Mossos d'Esquadra. Los agentes reconocieron el vehículo y le dieron el alto a su conductor, quien en un primer momento intentó huir, aunque finalmente fue interceptado sin realizar ningún disparo, según un portavoz policial.

Los dos detenidos fueron trasladados al cuartel de Vilafranca del Penedès. Uno de ellos, Agustín López Barrios, tiene cuatro antecedentes por delitos menores.