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Columna
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'Lepenización'

Puede que el problema no exista, pero la inquietud es real. La última encuesta del CIS ha supuesto la irrupción de la inmigración como una de las primeras preocupaciones de los españoles. Por un lado, un 60% de los ciudadanos considera que ya hay muchos emigrantes. Por otro, la encuesta registra que la inmigración es percibida como el segundo problema más importante, por detrás del paro y por delante del terrorismo. Fernando Vallespín, director del CIS, ha tratado de matizar el alcance de estos resultados, asegurando que estamos lejos de una percepción de xenofobia en España. En su opinión las fechas en que se hicieron las preguntas (del 15 al 21 de noviembre pasado) están demasiado próximas a los graves sucesos de Ceuta y Melilla y coinciden con las revueltas en los suburbios franceses. Además, hay un apoyo generalizado a la concesión de nuevos derechos a los inmigrantes y una abrumadora mayoría de los encuestados aseguran que les importa poco o nada que sus hijos compartan aulas con inmigrantes. Sin embargo, siendo como son matices importantes, no despejan los inmensos y negros nubarrones que la encuesta dibuja.

¿Podemos sacar alguna lección de la experiencia francesa? Sin duda Francia anticipa muchos de los problemas y retos a los que la sociedad española se va a enfrentar en los próximos años. El hecho de que en Francia, a diferencia de España, exista un partido de extrema derecha como el Front National, en el que cristaliza una parte importante del sentimiento xenófobo, no cambia en absoluto el trasfondo del problema, antes bien, todo lo contrario. Hace ya algunos que en Francia se habla de lepenización, en 2002 Pierre Tévanian y Silvie Tissot publicaron un Dictionnaire de la lepénisation des esprits. Y estas navidades Le Monde repasa, punto por punto, el programa del Front National sobre la inmigración comparándolo con la política gubernamental. El resultado ofrece pocas dudas. La periodista Christiane Chombeau constata cómo un buen número de las propuestas del partido de Jean Marie Le Pen están siendo aplicadas por el Gobierno de Dominique de Villepin o están en trámite de serlo: severa restricción del reagrupamiento familiar; limitación del derecho de asilo; dificultades para los visados turísticos de los residentes en el tercer mundo; expulsión efectiva de los inmigrantes clandestinos; cambios en el derecho de filiación; instauración de un periodo probatorio para los matrimonios con extranjeros para evitar las uniones de conveniencia; en casos de terrorismo, privación de la nacionalidad por un periodo de quince años a los franceses naturalizados; utilización de los resortes de la policía administrativa para acosar a las asociaciones islamistas radicales; remisión a la cláusula de salvaguarda a los acuerdos de Schengen para restablecer los controles en las fronteras; propuestas de Sarkozy para expulsar, después de cumplir sus condenas, a los acusados en las revueltas de los suburbios...

La lepenización ideológica se extendió en la sociedad francesa durante los gobiernos de la izquierda y tuvo una influencia decisiva en el triunfo de la actual mayoría derechista. El Gobierno de Zapatero está aún a tiempo de ocuparse de integrar a la inmigración, para evitar que sea un tema que preocupe a los ciudadanos y, de verdad, en España estemos lejos de la xenofobia.

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