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Gelabert-Azzopardi lleva su danza al Kursaal

El País

La compañía de danza Gelabert-Azzopardi presentará el jueves en el escenario del auditorio Kursaal de San Sebastián (20.00) dos de los trabajos más representantivos de su trayectoria reciente: Psitt!! Psitt!! y Viene regando flores de La Habana a Morón. La primera coreografía, con música de Pascal Comelade, es un homenaje al compositor francés Erik Satie; la segunda, un tributo a Cuba a partir de sus ritmos más tradicionales.

Con este programa, Gelabert-Azzopardi -compañía residente del Teatre Lliure de Barcelona y del Hebbel Theatre de Berlín desde 1995- continúa con su tendencia de los últimos tiempos a dejar de un lado las piezas largas para mostrar a cambio propuestas creativas de diferentes estilos.

El punto de partida de Psitt!! Psitt!! son las curiosas indicaciones que Satie escribía para sus intérpretes. "No para la técnica del virtuoso", recuerdan desde la compañía, "sino para influir en su estado de ánimo y alterar sus esquemas y prejuicios racionales con mensajes insólitos y poéticos, impregnados de su humor ligero y surrealista". Como muestra, este apunte en una partitura: debe sonar "como un ruiseñor con dolor de muelas". Cesc Gelabert tomó frases como estas para escribir un guión en seis partes que Comelade transformó en una música. Finalmente el coreógrafo se inspiró en esas notas para diseñar la pieza de danza que podrá verse en el Kursaal.

La segunda propuesta del programa poco tiene que ver con la anterior. Hunde sus raíces en el alma cubana. Sobre el escenario, los bailarines de la compañía y los integrantes del Cuarteto Timbancó. "La coreografía es sensual, alegre y llena de espontaneidad", afirman desde Gelabert-Azzopardi. "Los bailarines nos descubren su talento y magnetismo al son de vibrantes rumbas, boleros, sones o mambos".

La actuación de esta compañía coincide el mismo día y prácticamente a la misma hora (19.30) que la representación de Iglú, un espectáculo de vídeo y música de la artista Maddi Irazoki y el músico Joseba Irazoki. Juntos tratarán de transmitir en el centro Ernest Lluch los sentimientos que genera la estancia en un iglú.

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