El estado crítico de Sharon abre una era de incertidumbre política en Israel
Los médicos creen que el primer ministro no volverá a ejercer su cargo
Ariel Sharon luchaba anoche contra la muerte en un hospital de Jerusalén. Tras una operación de siete horas en la que los médicos consiguieron cortar una fuerte hemorragia cerebral, el primer ministro israelí permanecía sedado en la unidad de cuidados intensivos y respiraba gracias a medios artificiales. El estado crítico de Sharon hace muy difícil su regreso a la vida política, deja un enorme vacío de poder en Israel y abre un periodo de incertidumbre en el proceso de paz de Oriente Próximo a dos meses de las elecciones israelíes.
El director del prestigioso Hospital Hadassa, Shlomo Mor Yosef, declaró que el primer ministro continuará en la misma situación durante varios días. "No soy un profeta", dijo. "Sólo cuando le retiremos la anestesia podremos saber realmente su reacción y si su situación ha mejorado o va camino de empeorar". En el mejor de los casos, los médicos creen que Sharon no podrá volver a la política. Los 77 años del enfermo y el hecho de que se trate de su segundo infarto cerebral en menos de tres semanas no les permiten ser optimistas.
Ehud Olmert, máximo colaborador de Sharon y viceprimer ministro, se hizo con las riendas del Gabinete. En caso de que se declare la incapacidad del jefe de Gobierno, Olmert podrá ejercer el cargo de primer ministro hasta las elecciones previstas para el próximo 28 de marzo. "Son horas muy difíciles para todos nosotros", dijo Olmert. "Esperamos que Sharon, que ha vivido muchas guerras, gane ahora la batalla más importante".
La Autoridad Palestina mostró su "honda preocupación", mientras los grupos fundamentalistas no ocultaron su alegría. El presidente Mahmud Abbas dijo que la situación no afectará a las elecciones palestinas del 25 de enero.
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