Bachelet se impone a su rival en el debate por la presidencia de Chile
El candidato conservador Piñera no logra recortar distancias en los sondeos
La candidata de la coalición gobernante de centro-izquierda, Michelle Bachelet, se impuso a su contrincante de la derecha, Sebastián Piñera, en el único debate televisado antes de la segunda vuelta electoral del 15 de enero, según las encuestas. Al superar con éxito la prueba del debate, la socialista Bachelet, ex ministra de Sanidad y Defensa del Gobierno de Ricardo Lagos, dio un paso importante en sus aspiraciones de ser la primera mujer que llega a la presidencia en Chile.
Según los analistas, Sebastián Piñera dejó escapar una buena oportunidad -quizá la principal que tenía- para reducir la ventaja de la abanderada oficialista en los sondeos de intención de voto. El 49% de los espectadores del debate, transmitido en directo por todos los canales de televisión en la noche del miércoles, opinó que Bachelet se impuso, contra el 41% que vio ganar al millonario Piñera, según un sondeo telefónico de Time Research, una encuestadora independiente. A más de la mitad de los encuestados Bachelet le pareció más cercana, honesta, clara y creíble que Piñera, mientras un 57% pronosticó que será la próxima presidenta, independientemente de su voto. Otro sondeo telefónico arrojó un empate entre ambos candidatos.
Los partidarios de Bachelet estaban nerviosos antes del debate, por la habilidad polemista de Piñera, un millonario que en la dictadura votó contra Augusto Pinochet y es propietario de Lan Chile, principal línea aérea del país, y de un canal de televisión. Un 48% creía antes del encuentro televisivo que Piñera se iba a imponer y sólo el 34% apostaba por Bachelet.
El candidato de la derecha esperaba mucho del debate, en el que necesitaba imponerse con amplitud para remontar en la carrera hacia el palacio de la Moneda. Convencido de su triunfo, tanto en sus intervenciones previas como incluso en el mismo debate, retó a Bachelet a un nuevo encuentro, pero ésta se negó. Después de un comienzo vacilante, Bachelet contestó con mayor seguridad y calmada, en contraste con la vehemencia de Piñera.
Los periodistas formularon las mismas preguntas a ambos candidatos, y la mayoría se centró en temas sociales, en las capacidades y en los valores de los dos políticos. Piñera dividía sus respuestas para primero rebatir a Bachelet y después contestar, quedándose con el monopolio de la agresividad frente a las cámaras, mientras la candidata oficialista sólo le replicó de manera directa en escasas oportunidades, y paulatinamente mostró más asertividad y apeló a su simpatía. Cuando fueron consultados sobre las diferencias entre ambos programas, Bachelet sostuvo que la derecha no ofrece medidas para mejorar la calidad del empleo, reformar el sistema privado de pensiones y sobre los pueblos indígenas, mientras Piñera ofreció ampliar los planes sociales existentes y dar jubilación a las dueñas de casa.
El giro a favor de Bachelet en el encuentro lo marcó la pregunta sobre los atributos que debe tener un presidente. Piñera respondió que siendo Bachelet muy valiosa, para ser presidente se requiere "mucho más", y mencionó "liderazgo, carácter, fuerza, voluntad, empuje, claridad y conocimientos". La candidata afirmó que ella no iba a descalificar a su rival y que para ser presidente se necesita "integridad, honestidad; ser audaz, pero prudente y no precipitado", subrayando que el liderazgo femenino que representa integra más a las personas. En materia internacional, a propósito del giro a la izquierda en América del Sur, Bachelet negó que exista un eje del mal y otro democrático, y sostuvo que "la amenaza" no son quienes están siendo elegidos por sus ciudadanos, sino la pobreza, el narcotráfico, la falta de integración y las migraciones.
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