La fiscalía de Baviera abre una investigación sobre la catástrofe
La pregunta que flotaba ayer en el aire húmedo de Bad Reichenhall era quién es el responsable de esta catástrofe. "No es el momento de buscar culpables, sino de acompañar a los familiares y darles aliento", declaró el primer ministro del Estado Libre de Baviera, Edmund Stoiber, al visitar los escombros de la pista de patinaje en la mañana de ayer.
Sin embargo, la fiscalía ya ha abierto una investigación de rutina para esclarecer las causas del accidente. Mientras que la prensa local ya había llamado la atención sobre el estado ruinoso de la pista de patinaje, construida en 1971, las autoridades aseguran que el verano pasado se aprobó una reforma del edificio, pero ésta no afectaba a la seguridad del techo porque se comprobó su buen estado.
"La única explicación para la catástrofe de Bad Reichenhall es, en mi opinión, la falta de inspecciones", declaró a la agencia DPA el experto en construcción Reinhard Bergmann, de la Universidad de Bochum. Si bien hay límites respecto a la nieve que deben soportar los tejados, no existen controles rutinarios de la seguridad de los edificios.
En Bad Reichenhall, ciudad situada en una región, los Alpes bávaros, donde nieva con frecuencia, los tejados deben ser capaces de soportar 100 kilos de nieve por metro cuadrado. La nieve que cayó los días pasados era húmeda, mucho más pesada que la nieve polvo.
En el momento del derrumbamiento pesaban sobre el techo del recinto al menos 180 toneladas de nieve, según estimación de Michael Butschek, del servicio meteorológico de la vecina ciudad de Salzburgo (Austria), que se encuentra a 13 kilómetros de Bad Reichenhall.
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