El Mosad cree que Al Qaeda recluta activistas en Cisjordania

Al margen de los grupos armados palestinos y de los ataques de Hezbolá en la frontera con Líbano, los diferentes organismos de seguridad israelíes tienen un nuevo enemigo: Osama Bin Laden y el objetivo del grupo terrorista Al Qaeda de atacar Israel.

El reciente lanzamiento de cohetes Katiusha contra dos ciudades israelíes por parte de un comando perteneciente a la rama de Al Qaeda en Irak fue la señal que necesitaba el Gobierno de Ariel Sharon para asumir que el nuevo frente es una realidad. La amenaza ha dejado de ser retórica, y hay algo más que sus encendidos discursos contra Israel, "la entidad sionista, el pequeño Satán aliado al gran Satán, EE UU".

Según fuentes de los servicios de seguridad, Al Qaeda ha conseguido reclutar decenas de palestinos en Cisjordania, principalmente en el norte, cuya misión es muy simple: crear células del grupo terrorista y cometer atentados en Israel. "El peligro más importante de estas células no es su capacidad operativa, ya que aún están en una fase inicial. Nuestra máxima preocupación es su cercanía al centro del país. En menos de una hora pueden llegar a todas las ciudades importantes del entorno de Tel Aviv".

El ministro de Defensa israelí, Saul Mofaz, ha pedido la máxima coordinación entre los cuerpos de seguridad e inteligencia para evitar que "el cáncer de Al Qaeda penetre en el país", en palabras de un oficial. La lucha contra el movimiento Yihad Mundial -con numerosas ramas en todo el mundo y diferentes campos de actuación a escala geográfica y política- es un reto para los servicios secretos internos (Shin Beit) y externos (Mosad).

Los atentados de Al Qaeda en Sharm el Sheij, Taba, Ammán y los ataques contra la ciudad israelí de Eilat hace unos meses, y la semana pasada cerca de la frontera con Líbano son considerados por el Ministerio de Defensa de Tel Aviv como "una cadena terrorista que avanza lentamente hacia nosotros".