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El museo del Urbanismo podría reactivar el edificio Fórum, hoy infrautilizado

Blanca Cia

El Ayuntamiento de Barcelona no se cierra a que el edificio Fórum sea la única opción para ubicar el Museo Nacional de Urbanismo. Así, fuentes del consistorio apuntaron que hay otras alternativas. Una de ellas podría ser el museo que proyecta Oriol Bohigas para la futura plaza de las Glòries -cuya fecha de construcción es difícil de determinar, al formar parte de la reforma integral de la plaza y su entorno-, pero tampoco se descarta totalmente alguna de las antiguas naves industriales de Poblenou. Esta última opción también estuvo sobre el tapete cuando Barcelona pensaba en la sede del Museo Nacional de Arquitectura.

En cualquier caso, la ubicación del futuro museo en el edificio Fórum podría contribuir a dar vida al inmenso triángulo azul diseñado por Herzog y De Meuron y que después del Fórum está infrautilizado. El auditorio del edificio está gestionado por la empresa GL Events de forma conjunta con el centro de convenciones.

La planta del edificio estuvo cerrada durante meses, prácticamente medio año, a la espera de acoger una exposición encargada a Ramon Folch sobre la evolución de la ciudad. Debía ser una interpretación del ecólogo sobre la transformación experimentada por la ciudad a través de la historia y en la que, en principio, se recogería parte de la exposición Habitar el món que se exhibió durante el Fórum, diseñada por el propio Folch.

Este encargo sufrió un parón porque la Generalitat apuntó que el edificio Fórum podría interesar para ubicar en él la Casa de las Lenguas. Finalmente, esa idea no prosperó y el consistorio pareció que recuperaba la idea del proyecto de Folch, según explicaron a este diario fuentes del Ayuntamiento.

Ante la evidencia de que el edificio -cuyo coste rondó 15 millones de euros- languidecía sin tener un uso claro y definido, el consistorio ensayó otra vía. La empresa Barcelona de Servicios Municipales (BSM), que gestiona la mayor parte del territorio que ocupó el Fórum, pero también dirige las inversiones en aparcamientos y el Tibidabo, optó por añadir más elementos a la gran maqueta de Barcelona que mostraran los proyectos urbanísticos del futuro más próximo de la ciudad. Plafones y maquetas distribuidas a lo largo de los lados del triángulo explican cómo será, por ejemplo, la futura Sagrera o la plaza de les Glòries.

Pendiente de definición

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El nombre de la exposición Barcelona in progress se cambió por el de Barcelona en proceso en la puerta de la entrada del edificio, que, por otra parte, sigue siendo tan difícil de localizar como lo fue durante el Fórum. De hecho, responsables políticos del Ayuntamiento reconocen que el futuro del edificio -cuyo mantenimiento está resultando ser complejo- sigue pendiente de definición. De hecho, el Ayuntamiento ya lo había ofrecido para albergar la sede del Museo Nacional de Arquitectura, algo que parecía prácticamente cerrado después de que la comisión de Fomento y Vivienda del Senado aprobara una moción de Convergència i Unió (CiU) en ese sentido en marzo pasado.

Esta iniciativa contó con el apoyo de casi todos los grupos políticos, que vieron con buenos ojos que una ciudad que se ha singularizado por su modelo urbanístico y que reúne una buena representación de arquitectura de autor fuera la sede de un museo de ese tipo. El PSOE se abstuvo, alegando que se había creado una comisión de expertos para decidirlo.

En septiembre pasado, sin embargo, el Gobierno tomó la decisión de ubicar el Museo Nacional de Arquitectura en Salamanca, una opción que defendió el ministro de Trabajo y diputado por esa provincia, Jesús Caldera, como una forma de compensar a la ciudad por la pérdida de los llamados papeles de Salamanca.

La opción salmantina fue decidida sin conocimiento previo del Ministerio de Vivienda, que había formado una comisión asesora precisamente para decidir la ubicación del Museo Nacional de Arquitectura y de las subsedes que tendría distribuidas por otras ciudades españolas. Por eso, el anuncio de ayer de la ministra se interpreta desde Barcelona como una compensación por aquel chasco.

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Sobre la firma

Blanca Cia
Redactora de la edición de EL PAÍS de Cataluña, en la que ha desarrollado la mayor parte de su carrera profesional en diferentes secciones, entre ellas información judicial, local, cultural y política. Licenciada en Periodismo por la Universidad Autónoma de Barcelona.

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