La 'Plataforma no más coches' alerta del impacto contaminante de la M-30 renovada

La ausencia de consultas previas a la ciudadanía, el aumento exponencial de las emisiones contaminantes al exterior desde los seis kilómetros de túneles, con previsibles consecuencias sobre la salud pública del vecindario, la alteración del río y los acuíferos y la destrucción de patrimonio ecológico e histórico madrileño fueron denunciados ayer en una conferencia de prensa convocada en el Consejo de la Juventud de la Comunidad de Madrid por la Plataforma M-30 no más coches. Esta coordinadora integra a 32 entidades vecinales, ecologistas y sindicales opuestas al diseño y al impacto del soterramiento de la vía.

Roberto Tornamira, portavoz de vecinos afectados por el bypass del Nudo Sur, acusó al equipo municipal de gobierno de "poner en peligro la salud de los madrileños más débiles, niños y ancianos, por el previsto aumento de la contaminación en un área de 23 hectáreas contigua a la chimenea de salida de humos, a 250 metros de distancia de viviendas, bajo el parque Tierno Galván".

Según Tornamira, la emisión de humos "elevará la contaminación entre 100 y 300 veces, según los casos, respecto de la hoy existente". El representante vecinal invocaba un estudio de 37 páginas realizado por expertos del Consejo Superior de Investigaciones Científicas pertenecientes a la plataforma contra ese bypass "que afectará a otras 15.000 personas". Las quejas vecinales forzaron al Ayuntamiento a modificar el pasado julio el diseño de salida de humos, que pasó de chimenea a rejilla.

Eladio Díez, vecino del área del Manzanares, destacó que los planes del alcalde Alberto Ruiz-Gallardón sobre la M-30 "no son sólo un disparate económico, sino que además aplican un modelo antiguo y tardofranquista de ciudad que va a transformar el área afectada por las obras en una especie de parque temático, y el río Manzanares, en un mero canal". Díez agregó que "hay otro modelo de ciudad ecológico y sostenible que no ha visto la luz porque las propuestas vecinales nunca han sido tenidas en cuenta".

Los convocantes anunciaron que Gallardón prepara el inminente envío de 200.000 cartas a los vecinos "para justificar sus despropósitos", y pidieron la intervención del Ministerio de Medio Ambiente para controlar los trabajos. El gobierno municipal justifica las obras por "la recuperación de 500.000 metros cuadrados de espacios verdes y la modernización del saneamiento del río, que redundarán en beneficios medioambientales".