Di Stéfano sufre una grave arritmia que obliga a aplazar su operación

Alfredo Di Stéfano superó "una situación límite, muy justa", según informaron los médicos, durante la madrugada del lunes, cuando el presidente de honor del Real Madrid sufrió una grave arritmia provocada por la fiebre que agravó su estado de salud tras padecer el sábado un infarto de miocardio. El empeoramiento de salud del ex jugador obligó a aplazar sin fecha la operación de by pass a la que iba someterse, y que será realizada en los próximos días, cuando "se estabilice". El cardiólogo jefe del hospital La Fe aseguró que, de no ser intervenido, Di Stéfano fallecería.

El estado de salud de Di Stéfano, un enfermo de 79 años, diabético y con antecedentes de problemas de corazón, se encuentra "pendiente de un hilo", según fuentes médicas, después de sufrir un infarto agudo de miocardio agravado por una fuerte arritmia la madrugada de ayer. El ex jugador madridista padeció un proceso febril, sobre las cinco de la mañana, que puso en alerta al personal médico. La fiebre desató preocupantes consecuencias. El paciente "se desestabilizó", su tensión bajó y sufrió una grave arritmia. Su corazón se descontroló. "Esta noche la situación fue muy justa, muy límite, estaba bastante deteriorada", admitió ayer el doctor Anastasio Montero, jefe del servicio coronario del Hospital La Fe, donde Di Stéfano fue trasladado desde el Hospital de Sagunto el sábado por la tarde para que se le practicara una "contrapulsación" -control del ritmo cardiaco para evitar las arritmias-.

El cuerpo médico que atiende a Di Stéfano intentó ayer por la mañana mantener los planes previstos de implantar un by pass al argentino, pero la operación fue finalmente descartada debido al estado de debilidad de Di Stéfano, que "difícilmente" hubiera soportado la intervención en esas condiciones. "Le hemos estado siguiendo continuamente, pero no era lo ideal someterle a una intervención quirúrgica. Son enfermos muy graves y cuando se tiene una alteración de la temperatura se produce una alteración de la tensión, y todas estas alteraciones en un corazón tan inestable hacen que se produzca esta variación del ritmo cardiaco", señaló el doctor Montero.

El corazón del presidente de honor del Madrid no bombea sangre con la fuerza necesaria. Hace algo más de tres días sintió un fuerte dolor en el pecho cuando se encontraba en casa de su hija Silvana y sintió dificultades para respirar. Las pruebas revelaron un edema en un pulmón y un infarto de miocardio. La operación es "imprescindible" para su recuperación. "Tiene una lesión muy severa en todo el tronco de la arteria coronaria izquierda, de la que salen tres ramas en las que tiene también una lesión añadida. Sufre una lesión en tándem en todas las ramas y es fundamental hacerle el by pass, porque si se obstruye este tronco moriría de forma inmediata", explicó ayer Montero.

La implantación de un by pass solucionaría el problema, al menos a corto plazo. Parte de los tejidos del corazón se encuentran sin recibir el necesario riego sanguíneo debido a una obstrucción de las arterias, y sufrirían una necrosia (muerte de los tejidos) si no se restablece la circulación. Los médicos injertarán una arteria artificial o una arteria procedente de otra parte del cuerpo para devolver su correcto funcionamiento al corazón.

Después de empeorar su estado de salud, "muy precupante y muy inestable", Di Stéfano registró ayer por la tarde una "mejoría". "Ahora está otra vez bien. Soy optimista dentro de un contexto bastante complejo. Hay que tener esperanzas porque hay posibilidades de que todo esto se resuelva bien", añadió el doctor. Los cardiólogos deben esperar ahora a que Di Stéfano "se estabilice" para tener garantías suficientes de afrontar la operación con éxito.

En cualquier caso, aseguraron, no se actuará "de forma precipitada. Dentro de la gravedad está estable. No hay unos criterios que nos exijan someterle inmediatamente a una intervención de estas características. Está consciente, orientado, no necesita ventilación artificial y sus constantes están bastante mantenidas", dijo el jefe del servicio coronario. "Es un hombre fuerte y con bastante ánimo. Su historia [en referencia a su carrera futbolítica] transmite su fuerza personal", añadió.

Sin embargo, Di Stéfano tiene la función renal deterioridada y la circulación de sus piernas, con las que ganó cinco Copas de Europa y ocho Ligas para el Real Madrid entre 1953 y 1964, es deficiente.

El personal del Hospital La Fe ha restringido las visitas hasta que, al menos, desaparezca la fiebre y recupere la estabilidad. Tres de sus hijos, que residen en Valencia y con los que pasaba las fiestas navideñas -en el momento de sufrir el infarto se encontraba en el pueblo de Puzol en casa de su hija Silvana-, se encuentran en todo momento a su lado. Di Stéfano recibió el sábado, día en que fue ingresado en Sagunto, la visita del presidente del Madrid, Florentino Pérez, del vicepresidente, Emilio Butragueño, y de Benito Floro, nuevo director de fútbol del club blanco. También se acercó al hospital Juan Soler, presidente del Valencia. Las visitas, aunque muy escasas, se han sucedido. Di Stéfano sigue en la Unidad de Cuidados Intensivos de La Fe a la espera de una mayor mejoría para ser operado. El hospital valenciano se ha convertido en el gran foco de interés del fútbol español. Todos siguen pendientes de la delicada salud de La saeta rubia.