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'Españeta', el tabaco y el whisky etiqueta negra

Juan Morenilla

Un infarto agudo de miocardio ha vuelto a convertir a Alfredo Di Stéfano en el centro de atención en Valencia muchos años después. El ex jugador dirigió al equipo valenciano como entrenador en tres etapas, y en cada una de ellas se marchó con un importante logro bajo el brazo. De la primera de ellas, entre 1970 y 1974, salió con la Liga ganada en 1971, un éxito que no se celebraba en Mestalla desde la temporada 1946-47. La seguna fase apenas duró una campaña, la de 1979-80, pero para el club supuso levantar la Recopa de 1980 en Bruselas, en la final ganada al Arsenal.

En su última etapa, desde 1986 a 1988, los éxitos fueron más humildes, pero igual de relevantes. El Valencia recurrió a Di Stéfano para sustituir a Óscar Rubén Valdez, despedido, pero el técnico no pudo evitar el descenso a Segunda División después de una campaña desastrosa. Eso sí, devolvió al equipo a Primera al curso siguiente, aunque no acabó la campaña posterior por problemas en el vestuario.

Di Stéfano regresó en el año 2000 al Madrid, como presidente de honor nombrado por Florentino Pérez, pero los recuerdos de sus años en el Valencia han regresado estos días a la memoria. El domingo le visitó en el hospital Javier Subirats, actual director deportivo del Valencia, a quien dirigió como entrenador del club valenciano durante tres años. Y ayer fue el turno de uno los personajes más carismáticos del club, Bernardo España, Españeta, utillero del equipo durante los últimos 46 años. De él dijo Di Stéfano que es "un tipo extraordinario, un pedazo de pan del bueno".

Presidente de honor

Claro que para Españeta, Alfredo es "un segundo padre". "Me hizo hombre dentro y fuera del campo. Me mandaba a comprarle cigarrillos. Fumaba tres paquetes diarios de la marca Camel. También le aparcaba el coche, un Dodge, detrás del campo. Le gustaba relajarse y beberse un whisky etiqueta negra de vez en cuando. Era un placer verlo trabajar. Me pedía 30 balones y machacaba a los porteros. Les decía 'te voy a tirar a la escuadra izquierda' y allí iba. Los colocaba con un precisión envidiable", recuerda Españeta en un libro escrito sobre su vida.

El utillero pidió a Di Stéfano que fuera su padrino de boda, en 1988, pero un inesperado viaje lo impidió. El ex jugador del Madrid, eso sí, fue el padrino en el bautizo del actual entrenador del Valencia, Quique Sánchez Flores, con cuya familia le une una buena amistad. El mismo Quique ha reconocido que fue Di Stéfano quien inculcó durante aquellos años su afición al Valencia y su costumbre de acudir a Mestalla. Más de dos décadas después, Quique ocupa el cargo que Di Stéfano ejerció.

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Sobre la firma

Juan Morenilla
Es redactor en la sección de Deportes. Estudió Comunicación Audiovisual. Trabajó en la delegación de EL PAÍS en Valencia entre 2000 y 2007. Desde entonces, en Madrid. Además de Deportes, también ha trabajado en la edición de América de EL PAÍS.

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