Por escrito

Todo el afán de los parlamentarios del PSOE, IU y PA se centra ahora en determinar la verdadera voluntad del Grupo Popular para incorporarse, plenamente, a la tarea de la reforma del Estatuto de Andalucía. Podría ser en esta semana cuando presenten un texto con propuestas concretas al título competencial, tal y como lo anunciara su portavoz, Antonio Sanz. O bien la próxima o la otra... En cualquier caso, será entonces cuando se comprobará, fehacientemente, que, en efecto, no quieren quedarse fuera de este proceso. Mientras tanto, habrá que esperar, aunque ya se admiten apuestas, sobre la salida final que va adoptar el PP. Hay quien piensa que a los populares no les interesa poner por escrito lo que realmente desean para Andalucía ya que, de esta forma, señalan, se confirmaría que lo que persiguen es una autonomía de segunda, siguiendo el modelo valenciano. Otros, en cambio, confían en que el sentido común se imponga en las filas populares evitando así caer en el error histórico de situarse al margen de estos trabajos encaminados a dotarnos de un nuevo estatuto. Pero los hay, también, que consideran que el PP andaluz no va a desmarcarse ni un milímetro de la estrategia marcada por la dirección nacional de este partido, por lo que no se sumarían a un proyecto reformador para no poner en cuestión la línea de confrontación total que mantienen en Madrid con el Gobierno central.

Aún así, lo que sorprende, realmente, es la capacidad del PP para ir sumando "peros" a la posibilidad de incorporarse a la tarea de reforma del estatuto andaluz. Cada día que pasa surge un condicionante nuevo. A los ya conocidos de Cataluña, ETA y deuda histórica se suma, ahora, la exigencia de que se detalle, a través de un articulado determinado, las competencias que la Junta transfiere o delegada en los ayuntamientos. Es decir, se permite el lujo de indicar lo que los demás tienen hacer, pero se cuida mucho de precisar cuál será la propuesta integral en materia de competencias del mismo PP. Este juego le ha ido posibilitando mantener el tipo durante un tiempo, pero este recurso ya parece agotado, da para poco más. A penas quedan argumentos para disimular lo que es una posición claramente abstencionista cuyas consecuencias ya están notando.

O sea, que comienzan a fallarle sus expectativas hasta tal punto de que no les valen las excusas esgrimidas a lo largo de este curso político. Con todo, habrá que confiar en las palabras del presidente del PP, Javier Arenas, quien vaticina que "habrá consenso a pesar de Chaves". Eso sí, conviene ir estudiando la manera para facilitar la incorporación de los populares a ese acuerdo que están cerrando el resto de fuerzas políticas. En IU ya lo ha advertido su coordinador, Diego Valderas, quien no está dispuesto a dar ningún un paso atrás a los asuntos ya cerrados con los socialistas. Lo único claro hasta ahora es que PSOE, IU Y PA esperan cerrar, este martes, un acuerdo en relación a las competencias sin descartar algunos flecos, en forma de votos particulares de cada formación, que se negociarían en una segunda vuelta, una vez llegue la proposición de ley a comisión.

Así están las cosas cuando entramos en unas fechas delicadas. No ya por el exceso de alegrías y comilonas con motivo de la Navidad, sino por la circulación de nuevas encuestas que irán saliendo a lo largo de los próximos días. Los sondeos puede que, en efecto, determinen que "algo se está moviendo", esto es, la consolidación de la solidez electoral del PSOE andaluz y ,tal vez, el inicio de la recuperación de IU y PA frente a un PP que no crece al ritmo que desearía para llevar a cabo la "revolución" que preconiza para esta tierra.

Y luego está el debate sobre los fondos europeos. En la Junta no tienen miedo a la discusión en torno a lo que se recibirá hasta el 2013 y comienzan a tirar de hemeroteca para rescatar titulares catastrofistas de más de uno que ahora se escandaliza por la posible pérdida de recursos y que, sin embargo, anunciaba hace justamente veinte años la ruina inminente de Andalucía por su ingreso en la Unión Europea.