Recompensa a la fidelidad

El centro de Mataró fue ayer una fiesta. El tercer premio de la Lotería de Navidad, que recayó en el 7.494, fue vendido íntegramente en la administración número 1 de esta ciudad de la provincia de Barcelona, con más de 110.000 habitantes. En total, se repartieron más de 81,5 millones de euros. Mataró se encuentra a apenas 60 kilómetros de Vic, donde cayó el gordo.

"Espero que el premio llegue a gente humilde como yo", destacó una de las agraciadas, Rosario Díaz, ante un batallón de periodistas. "Hace un año que estoy sin trabajo, y mi marido apenas cobra 400 euros al mes", detalló con emoción. Rosario compró el número por casualidad, cuando salía de un cursillo de formación ocupacional de ayuda a domicilio. "Me habían dicho que si lo hacía seguro que encontraría trabajo. Compré únicamente un décimo porque no tenía más dinero", explicó. Los 20 euros que invirtió Rosario tuvieron su recompensa: casi 50.000 euros.

El propietario de la administración número 1 de Mataró, Lluís Morató, afirmó que el número agraciado, el 7.494, es "un poco feo". Por ello, el miércoles aún vendía décimos de esta combinación. Esta administración, situada en la calle más comercial de la ciudad, en plena parte antigua, llegó a tener las 170 series del número, aunque siete de ellas las devolvió a Hacienda. El resto, 1.630 décimos, los vendió en ventanilla.

"Se trata de un premio muy repartido", aseguró Morató. De hecho, empresas, tiendas y bares distribuyeron este número, y algunas de ellas estaban suscritas a él desde hace años. Ayer recibieron su premio a la fidelidad. Es el caso de la inmobiliaria Finques Castellà, que distribuyó 50 décimos entre sus empleados. "Llevo 14 años trabajando aquí, y siempre hemos jugado a este número", dijo una de las empleadas, Rosa Pons, que ya tiene claro cómo invertirá el dinero: "Me iré de vacaciones al Caribe. Ya he estado tres veces y me encanta. Quizá me compre una casa allí", aseguró. Los trabajadores de la inmobiliaria se pasaron toda la mañana de fiesta en la calle, pese al frío. Ante la puerta del local, cantaban, bailaban y bañaban con cava a los transeúntes.

"He ganado 24.000 euros y me pienso comprar un coche de color negro", dijo Anna Chércoles eufórica, que apenas lleva un mes en Finques Castellà y apostó 10 euros por el número afortunado. Entre las agraciadas, se encontraba un grupo de amigas que cada día se encuentra en la puerta del colegio donde van sus hijos. "Nos iremos a Brasil, mi tierra", aseguró Silvana Monteiro, que compró el décimo.

La fiesta se prolongó hasta la noche en Mataró. Mientras tanto, el dueño de la administración afortunada, Lluís Morató, pronosticaba: "Me esperan unos días de infarto". De hecho, al conocerse la noticia que su administración había vendido íntegramente el tercer premio, ya colgó un cartel amarillo anunciando décimos para el sorteo del Niño.

La suerte salpicó también a Badalona, donde recayó parte del quinto premio. El 32.475, el número agraciado en la ciudad, se vendió en la administración número 29 del barrio del centro. La administración repartió 2.250.000 euros en 45 series, informa Cristina Perales.

Sin embargo, no todo el premio se ha quedado en Badalona. Una buena parte de los décimos han ido a parar a la peluquería Arjona de Barcelona, desde donde se repartieron 1.248.000 euros entre sus clientes, es decir, la mitad del premio.