Un enorme derrumbe de rocas sepulta cuatro vehículos y corta la A-8 en Deba
El desprendimiento, debido al parecer a la lluvia y las heladas, sólo causó dos heridos leves
Los ocupantes de tres coches y un camión salvaron ayer su vida milagrosamente. Quedaron atrapados bajo una montaña de tierra y rocas de gran tamaño, tras el espectacular desprendimiento de una ladera sobre la autopista Behobia-Bilbao (A-8) a la altura de Deba. Los heridos apenas presentaban unos pequeños cortes y erosiones.
Al principio se temió lo peor. Cuando los equipos de emergencias y los Bomberos llegaron al lugar de los hechos, se encontraron con cuatro vehículos -tres turismos y un camión cargado de isocianato- semienterrados y dañados por una enorme masa de piedras que ocupaban prácticamente todo el ancho de la autopista. Sus ocupantes estaban a salvo, pero en ese momento no había certeza de que fueran los únicos implicados en el suceso.
El derrumbe se produjo a las 7.50, en una ladera situada a la derecha de los carriles de la autopista en sentido a Bilbao. Cayeron toneladas de tierra y piedras de grandes dimensiones que sepultaron tres de las cuatro vías de la carretera. "Si llego a estar unos metros más adelante, todo se me hubiera venido encima. Me he salvado de milagro". Así se expresaba minutos después, Joaquín Carrasco, el chófer del camión camión que quedó empotrado contra el alud.
Otro turismo fue alcanzado lateralmente por las rocas y arrastrado varios metros hacia los carriles de dirección contraria. Traspasó la media y quedó volcado de costado. El conductor pudo salir por la ventanilla del copiloto con la ayuda de otro automovilista. Sorprendentemente, sólo sufrió un pequeño corte en un dedo. La misma suerte corrió el ocupante de otro coche al que las piedras le destrozaron toda la parte delantera. Salvó la vida gracias a que frenó antes de que las rocas le aplastaran por completo.
Los bomberos de Guipúzcoa, sanitarios, un helicóptero de la Ertzaintza y la unidad canina de la policía vasca trabajaron en la zona para descartar que bajo el derrumbe no había más turismos sepultados. Hecha esta comprobación, varias grúas y excavadoras comenzaron por la tarde a retirar las piedras de la calzada, que se extienden en una zona de 40 metros de largo y alcanzan una altura de cuatro metros.
Las causas
El desprendimiento obligó a cortar la circulación en este tramo de la A-8, lo que ocasionó importantes retenciones en la autopista, a pesar de que las barreras de los peajes de la autopista fueron levantados y el tráfico fue desviado por la carretera N-634 de la costa. Las caravanas y la circulación muy lenta fue la tónica en esta vía durante toda la jornada.
Técnicos de la Diputación de Guipúzcoa investigan las causas del derrumbe, que pudo estar motivado por factores climatológicos, según apuntó el diputado general, Joxe Joan González de Txabarri, tras descartar los geólogos la hipótesis de que se debiera a un pequeño movimiento sísmico registrado en la zona. Al parecer, la lluvia caída en los últimos días se filtró en la ladera y al helarse provocó el desprendimiento.
El director general de Bidegi, Néstor Arana, reconoció que no se explicaba lo sucedido, porque se trata de "una zona en la que la roca está estratificada correctamente", a diferencia de otros puntos de la autopista que "pueden ser más críticos" y en los que "puede haber desprendimientos con más facilidad".
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