Destruir masivamente el territorio

Por fin, en las últimas semanas algunos medios de comunicación (EL PAIS entre ellos) han comenzado a ocuparse, con la extensión que la gravedad del asunto merece, de la proliferación de devastadores proyectos de destrucción del territorio. En el País Valenciano, en el que vivo desde que nací, el problema alcanza un grado que roza el delirio. Lo que empezó hace unos años como un rumor de maquinas cementeras (unas docenas de adosados por aquí, unos cientos de chaletitos por allá, un puerto deportivo, un campito de golf...) es ya una devastadora marabunta, un auténtica máquina de destrucción masiva del territorio.

Hablan de miles de viviendas como el que cuenta árboles en el bosque (de los que en poco tiempo no quedaran más que los de plástico). Ya veo que el agua para todos que con tanto empeño reclamaban nuestras autoridades se referia al agua necesaria para todos los chaléts que piensan construir. Que alguien pare esto o nos quedamos sin País Valenciano. Todo será una enorme urbanización (y bastante fea, por cierto). Ya veo la Albufera urbanizada con resultones palafitos adosados y campo de regatas incluido. Al tiempo..