Gràcia pone barreras al coche en el sector central del distrito
El acceso con pilones se pondrá en marcha en el mes de febrero
Menos coches de paso y menos velocidad. Ése es el objetivo del plan de movilidad del distrito de Gràcia, que prevé para finales de febrero el establecimiento de una de las supermanzanas de pacificación del tráfico, la comprendida entre la Travessera de Gràcia y las calles de la Providència, Torrent de l'Olla y Torrent de les Flors, prácticamente el tronco central del distrito. Se instalarán tres pilones para regular la entrada de vehículos en la zona central y por el mismo motivo se cambiarán direcciones de tráfico.
En septiembre pasado se introdujeron cambios en algunas calles de la supermanzana B1, comprendida entre Còrsega, Travessera de Gràcia, Torrent de l'Olla y Gran de Gràcia. Pero se hizo sin la introducción de barreras, a excepción de las instaladas en la plaza de Rius i Taulet -donde se encuentra la sede del distrito- para evitar que se atravesara como vía de conexión entre barrios. Eso pasaba, por ejemplo, con la calle del Diluvi -que cambia de nombre: un tramo será la calle de Goya y otro la de Luis Antúnez- para llegar a Balmes. Esta modificación se nota ya en las calles más próximas a la citada plaza, donde el tráfico ha bajado sensiblemente.
La puesta en marcha de la supermanzana entre Travessera de Gràcia, Providència, Torrent de l'Olla y Torrent de les Flors se tuvo que replantear por las protestas y quejas de un sector de comerciantes y talleres que vieron que la pacificación del tráfico podía suponer serios inconvenientes para su actividad. La oposición se aprecia a simple vista en las calles, donde proliferan pancartas que rezan: "No al cierre vial de Gràcia". "Se han celebrado hasta 20 reuniones con las plataformas más activas, como Gràcia sin Barreras, Gràcia por las Personas y el gremio de talleres, entre otras", afirmaba ayer el concejal del distrito Ricard Martínez. Y esas negociaciones han generado cambios.Los más sensibles son la modificación de itinerarios de las calles para evitar perjuicios a 12 talleres de coches ubicados en el entorno de las calles de Montmany y Torrent d'en Vidalet.
Un total de 11 calles modificarán su sentido para facilitar los bucles de circulación. Al interior de la macromanzana sólo accederán los vecinos que tengan algún vehículo, los mayores de 65 años -tengan o no vehículo privado- los comerciantes y otras actividades que acrediten su actividad en la zona acotada, las furgonetas, taxis y servicios especiales -como medicamentos de urgencia, prensa y médicos- y excepciones que se tendrán que acreditar. A tal efecto, el distrito emitirá unas tarjetas identificativas que son las que activarán los pilones, que también tendrán un portero automático que funcionará las 24 horas del día.
Los pilones se instalarán a partir de este mes en la calle de Encarnació entre Joan Blanques y Montmany, otros en la esquina de La Perla entre Verdi y Torrijos y el tercero en la calle del Torrent d'en Vidalet entre Congost y Tres Senyores. Este último será de salida. "Todavía no se han pactado los horarios de abertura de los pilones, se decidirá en la comisión de la movilidad", señaló el regidor Ricard Martínez. Lo que sí está claro es que estarán cerrados durante la noche y en la entrada y salida de los centros escolares.
Otro de los cambios introducidos, precisamente por las protestas, es el mantenimiento de las plazas de área verde en el lado Besòs-mar de la supermanzana hasta que no se construyan unos aparcamientos previstos dentro del plan de movilidad del distrito, que prevé la creación de 28 supermanzanas pacificadas al tráfico, que no enteramente peatonales. El ambicioso plan se propone dar prioridad especialmente al peatón y a la bicicleta. "Hacerlo en un barrio como Gràcia, con todos los componentes de la ciudad compacta, es complejo", reconoció el edil.
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