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Reportaje:

Un sueño que se hace realidad

Paramount compra los estudios de cine de DreamWorks y desbanca a Universal

Viacom, dueño de los estudios Paramount, acaba de comprar la división de cine tradicional de DreamWorks. La operación está valorada en 1.600 millones de dólares (1.331,9 millones de euros)y aunque excluye la división de animación de la firma cofundada hace 11 años por Steven Spielberg, podrá distribuir en exclusiva sus películas más taquilleras, lo que supone una severo revés para Universal.

Dreamworks recaudó en taquilla una media de 81 millones de dólares por cada película producida en 2005, por debajo de los últimos años

DreamWorks Live Action Studio se separó de DreamWorks Animation SKG en otoño de 2004 en el marco del proceso de salida a Bolsa diseñado por Jeffrey Katzenberg, cofundador de la factoría de los sueños junto a Spielberg y David Geffen. La operación les permitió recaudar 633 millones de dólares el mismo día de la salida al mercado de la filial de animación. La división de cine tradicional, con actores de carne y hueso, no cotiza. Pero desde ese momento se empezó a especular con la posibilidad de que el negocio de cine se vendiera, a exigencia de Paul Allen, cofundador de Microsoft y socio capitalista de los estudios creadores del ogro Shrek.

La filial de medios del conglomerado General Electric, NBC Universal, se postuló en julio como la primera interesada en hacerse con los activos que no estaban en Bolsa de DreamWorks. Pero las negociaciones no terminaron de cuajar y el grupo Viacom aprovechó el impasse para hacer su propia oferta. La operación supone un importante varapalo para NBC Universal, que ve como se esfuma su sueño por hacerse con la factoría cinematográfica creadora de películas como Gladiator, Salvar al Soldado Ryan o American Beauty.

Los dos grupos de medios buscan un mismo doble objetivo con la compra de DreamWorks: controlar los derechos de distribución de sus casi 60 películas y tener a su disposición el talento de Steven Spielberg. El precio era clave en esta empresa. Viacom puso sobre la mesa 774 millones de dólares (644,3 millones de euros) por sus estudios y se comprometía a hacerse cargo de sus deudas, que ascienden a 840 millones. Son, en total, 600 millones de dólares más que los ofrecidos en un primer momento por General Electric. Pero, sobre todo, había que definir la colaboración con el famoso director de cine, creador de ET.

Los analistas de Citigroup explican que la compra de los estudios de DreamWorks permitirá a Viacom duplicar su cuota en las taquillas de cine en Estados Unidos. Sin embargo, no se atreven a ser tan positivos cuando se refieren a los méritos financieros de la transacción, porque consideran que es difícil discernir los números de la división de cine tradicional de DreamWorks debido a su opacidad, ya que muchas de las películas que saca a taquilla están coproducidas con otros estudios. Es el caso de su último gran estreno de este año, La Guerra de los Mundos, coproducida con los estudios Paramount.

Rentabilidad erosionada

La rentabilidad de Dreamworks se ha erosionado durante los últimos años. Las cifras que manejan los analistas muestran, de hecho, algunas sombras. Si se toma como referencia los ingresos en taquilla en 2005, recaudó una media de 81 millones de dólares (67,4 millones de euros) por cada película producida, por debajo del nivel de referencia de los últimos nueve años. Los resultados de 2001 y 2003 fueron aún peores. Y entre tanto, el coste medio por película subió un 27%, hasta los 70 millones (58,3 millones). Se calcula que en el actualidad, DreamWorks está gastando el 90% de sus ingresos en taquilla en la producción y distribución de sus películas.

Pero la operación aportará dos fuentes de ingresos importantes a Paramount. Primero, tendrá acceso a las películas creadas durante los últimos 11 años por DreamWorks y a futuras producciones. Y segundo, tendrá el derecho de distribución en exclusiva de las películas DreamWorks Animation SKG. Además, los analistas señalan que el grueso de los ingresos se concentran ahora en las ventas de DVD, vídeo a la carta y en la venta de derechos de retransmisión a las cadenas de televisión.

A partir de todo esto, los analistas no tienen muy claro que un estudio que controla apenas 60 películas valga tanto como lo que ha puesto Viacom sobre la mesa. Pero al hacerse con el control de la división de cine tradicional de DreamWokrs, los estudios Paramount están comprando, además, el talento de Steven Spielberg. El cineasta tiene ahora 59 años de edad y se piensa que seguirá en la cresta de la ola durante al menos 10 o 20 años. Los cálculos, en todo caso, salían más negativos con General Electric, que tiene una forma de hacer negocio más difícil de conciliar con Hollywood.

Un claro perdedor

Viacom, que junto a los estudios Paramount controla las cadenas de televisión CBS y MTV, está además sumida en un proceso de reestructuración para dividir en dos la compañía y concentrase en la industria del entretenimiento. Ésta última integraría los estudios Paramount y la cadena MTV, que necesitará del influjo de nuevas creaciones de DreamWorks. La cadena CBS y la red de radio Infinity formarían parte del segundo bloque. El cambio de estructura, que se completará en las próximas semanas, ha sido diseñado por el propio Sumner Redstone.

El claro perdedor en este juego de fuerzas en Hollywood son los estudios Universal, que tienen suscrito un pacto con DreamWorks para distribuir sus películas hasta 2010 y que ahora deben luchar por preservar esos ingresos tras consolidarse la fusión con Paramount, su gran rival en esta industria.

Los fundadores de DreamWorks, de izquierda a derecha, J. Katzenberg, S. Spielberg y D. Geffen.
Los fundadores de DreamWorks, de izquierda a derecha, J. Katzenberg, S. Spielberg y D. Geffen.REUTERS

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