Un millar de personas se manifiestan en Almería contra la especulación urbanística y el hotel del Algarrobico
Un millar de personas se manifestaron ayer en la capital almeriense contra la especulación urbanística en general y contra el hotel de 28 plantas que el grupo Azata construye en el paraje de El Algarrobico (Carboneras), dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, en particular. Los asistentes -no más de medio centenar, según la policía, y casi 2.000 personas, según los convocantes- recorrieron el Paseo de Almería hasta llegar a la plaza Circular, donde el escritor almeriense Juan José Ceba leyó un manifiesto. A la protesta asistieron, entre otros, el eurodiputado de Los Verdes David Hammerstein y el coordinador general de IULV-CA, Diego Valderas.
La construcción de un hotel en El Algarrobico, que Greenpeace ha denunciado ante la Fiscalía, está en el aire tras el deslinde de la zona realizada por el Ministerio de Medio Ambiente, que obligaría a derribar una parte del edificio proyectado por la empresa Azata.
El portavoz de Ecologistas en Acción, Francisco Toledano, explicó que la manifestación se había convocado para dar opción a los almerienses a expresar su parecer sobre este proyecto, enclavado en el Parque Natural. "Ha sido un paso más y no es definitivo. Los vecinos de Carboneras, a mi juicio bastante manipulados y siguiendo las pautas marcadas por los intereses de su alcalde, se manifestaron a favor del hotel. También teníamos que darle la oportunidad a los vecinos de Almería", dijo el portavoz conservacionista. El pasado 25 de noviembre, unos 2.000 vecinos de Carboneras expresaron su apoyo al proyecto turístico en una concentración, que fue el colofón a una jornada de paro local.
En la manifestación de ayer, convocada por todos los grupos ecologistas y asociaciones que integran la Red Almeriense en Defensa del Territorio, también se aludió mediante pancartas a la utilización del agua que, a pesar de estar prevista para la agricultura, se destina para otros fines como construcción de urbanizaciones o campos del golf. Toledano aseguró que la movilización perseguía denunciar la situación urbanística que vive la costa almeriense.
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