Bono asegura en Alicante que todavía no ha nacido un español que "valga más que otro"

Patriótico, católico y socialista. Así se mostró anoche en Alicante el ministro de Defensa, José Bono, que no defraudó a los suyos, aunque mantuvo un tono moderado. "Juntos y unidos podremos más que separados", dijo, para asegurar que todavía no ha nacido un "español que valga más que otro". Bono compartió con el público, que abarrotaba la sala, sus experiencias como ministro de Defensa, repasó algunos de los logros cosechados por el gobierno de Zapatero y confesó que para él ser socialista implica ser "solidario con los desfavorecidos y escuchar al discrepante".

El ministro admitió que "dar caña es más fácil que dar razones", pero él anoche optó por lo segundo. En un acto organizado por el PSPV en la Escuela Oficial de Idiomas de Alicante, el ministro pretendía repasar los logros alcanzados por el Gobierno socialista, pero lo que despertó mayor interés entre el auditorio fue su arenga nacionalista. Bono confesó "no avergonzarse" de su patriotismo. "Los que queremos a España no es para dar gusto a los Reyes Católicos", ironizó, "sino porque juntos y unidos podremos más que separados". A su juicio, "sólo se quieren apartar aquellos que quieren comer más", pero Bono entiende que todos "somos radicalmente iguales en derechos" y advirtió de que los socialistas "creemos en la igualdad de los seres humanos por encima de la pureza de su sangre". Por eso, el ministro dijo que las "fronteras con privilegios deben suprimirse".

Pero además de esta dosis de patriotismo, José Bono dio lecciones sobre qué es ser socialista. A su juicio, el socialista debe ser solidario con aquellos que menos tienen, pero también ser moderado y escuchar al que critica o discrepa, ser transigente y no dogmático. Después recordó algunas de las leyes que afectan a su ministerio, como la Ley de Defensa Nacional o la Ley de Tropas y Marinería, y destacó la subida del sueldo a los soldados. "Parece mentira que aquellos que siempre hablan bien de los militares no lo hicieran, y que llega el PSOE y lo primero que haga sea subirles el sueldo", un aumento que cifró en un 25%.

El ministro advirtió: "No pienso dejar ni mis ideas y creencias religiosas, ni el socialismo", por eso criticó con dureza a los que "les da ahora por la pancarta", en referencia al PP, y en especial a los que dicen que los socialistas atacan a la enseñanza concertada. "Eso es falso, la inmensa mayoría de los colegios concertados están a favor de la LOE", aseguró el ministró, que confesó que estos días almorzó con un obispo con el que repasó la actualidad. Bono pidió al prelado que le dijera un país que tratara mejor a la Iglesia Católica que España, "y no me supo decir ninguno". Sobre los logros del Gobierno Zapatero dijo que "si antes decían que España va bien, ahora va mejor". Para corroborarlo recordó que la economía española ha crecido más que la europea, se han creado un millón y medio de puestos de trabajo, las pensiones han aumentado, hay 40.000 nuevos becarios y el salario mínimo que afecta a 400.000 personas se ha incrementado en un 14%. "Seguimos trabajando por los que tienen menos", dijo el ministro, que aventuró un resto de legislatura que estará impregnado de nuevas medidas sociales.