El fuerte pulso entre Blair y Chirac sobre el presupuesto domina la cumbre de la UE
Borrell advierte de que el Parlamento Europeo no aprobará la última propuesta de Londres
La cumbre europea, que reúne a los jefes de Estado y de Gobierno de los Veinticinco, empezó ayer sus sesiones en un clima sombrío marcado por el fuerte pulso que mantienen Francia y Reino Unido por sus diferencias sobre las Perspectivas Financieras (el marco presupuestario de la UE para 2007-2013). Los puntos conflictivos son la aportación de Reino Unido a las arcas comunitarias, el llamado cheque británico, la revisión de la Política Agrícola Común (PAC) y el recorte de fondos estructurales a los nuevos países.
Poco se avanzó en la cena de la noche, donde cada país mantuvo sus posiciones. Después, se encadenaron reuniones bilaterales que aumentaron la presión sobre Reino Unido con el objetivo de que la rebaja del cheque continúe más allá de 2013.
Varias fuentes apuntaban que el primer ministro británico y presidente de turno de la UE, Tony Blair, presentará hoy una modificación a su propuesta y la delegación polaca incluso lo daba por hecho. Preguntado al respecto tras la cena, Blair afirmó: "Para presentar una nueva propuesta tiene que haber una base de acuerdo; para mí la hay, pero aún no para los demás". Y añadió: "Todos dicen que están a favor de un acuerdo, pero en la práctica todo el mundo defiende sus intereses".
El clima de pesimismo en que se inició el encuentro de líderes europeos agrava la crisis en que se encuentra el proyecto europeo tras el no franco-holandés a la Constitución y la incapacidad de la última cumbre del pasado junio para alcanzar un acuerdo sobre los presupuestos.
Antes de la reunión del Consejo, Blair, y el presidente de Francia, Jacques Chirac, mantuvieron una reunión de apenas 15 minutos que no significó "ningún progreso", según fuentes diplomáticas. Chirac planteó a Blair la necesidad de que la aportación británica fuera "justa", lo que significaba que debía asumir su parte en la financiación de la ampliación a los Estados nuevos.
Chirac exigió una "revisión perenne de la cuantía del cheque británico". La cuantía, el mecanismo y la duración del cheque (la compensación que obtiene el Reino Unido por no recibir ayudas agrícolas) se ha convertido en el gran escollo. La contribución neta de Reino Unido, según la presidencia de Luxemburgo, era de 75.000 millones de euros, mientras que Londres ha rebajado su aportación total a 58.000 millones, según fuentes británicas.
Chirac mantuvo también otras dos reuniones bilaterales, una con la canciller alemana, Angela Merkel, y otra con el presidente español, José Luis Rodríguez Zapatero, con los que reforzó su compromiso para alcanzar un acuerdo. Francia ha recibido también un apoyo explícito de Polonia y de otros países, con lo que ha logrado romper la estrategia británica.
Blair, por su parte, mantuvo también sendas reuniones con Merkel y con Durão Barroso. Ambos le mostraron de forma expresa su "voluntad genuina" de llegar a un acuerdo.
La insuficiencia de la propuesta británica fue recordada por Josep Borrell, presidente del Parlamento Europeo, quien indicó que la aprobación del presupuesto requiere un acuerdo a tres entre el Consejo, la Comisión y el Parlamento. Borrell subrayó la "rara unanimidad" que la propuesta de la presidencia había concitado al ser rechazada por todos los grupos y recomendó al Consejo "que más vale que no pierda el tiempo" insistiendo en cifras que no son de recibo. Destacó la contradicción que significa que el Parlamento aprobara ayer un Presupuesto para 2006 para 25 países que significaba el 1,09% del PIB de la UE, mientras que el Consejo está estudiando una propuesta del 1,03% para 27 (con la inclusión Rumania y Bulgaria). "Eso es un paso atrás. ¿Es eso realista?", apostilló Borrell.
Discrepancias
Las diferencias sobre el presupuesto se agravan además por discrepancias sobre las cifras entre la Comisión y la presidencia británica, que fueron señaladas por la comisaria de Política Regional, Danuta Hübner. Fuentes de la Comisión indicaron que la suma de gastos previstos por la presidencia excede en realidad "en unos 500 millones de euros" la cifra del gasto total de la propuesta británica (849.303 millones de euros).
Blair, que ha expresado su deseo de que la cumbre termine hoy con o sin acuerdo, manifestó su convicción de que las negociaciones serían "duras y difíciles", pero manifestó que esperaba alcanzar "un acuerdo". Durão Barroso señaló: "No se trata sólo de lograr un acuerdo sobre el presupuesto o sobre el dinero; es mucho más importante que todo esto. Se trata de una cuestión de coherencia y credibilidad".
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