Cindy Sheehan: "Bush es un criminal de guerra"

Es el icono de un movimiento pacífico contra la guerra en Irak. Cindy Sheehan (Los Ángeles, 1957) se encuentra en Madrid, invitada por la asociación American Voices of Spain, donde participará -con la familia de José Couso- hasta el martes en varios actos para denunciar la política de George W. Bush y luchar por su único objetivo: que las tropas de EE UU en Irak vuelvan a casa.

"Es posible conseguirlo sólo con manifestaciones", narra sin alzar el tono en ningún momento, "porque casi el 60% de los estadounidenses quiere que las tropas regresen; los iraquíes quieren que se vayan". Es consciente del contexto electoral de Irak: "Es un fraude porque Bush nunca quiso implantar la democracia, sino apropiarse del petróleo". E insiste: "Ya es tiempo de que nuestras tropas regresen a casa". La intensidad de sus ojos azules es suficiente para entender su lucha.

Sheehan era una mujer "normal", voluntaria en una iglesia, cuando el 4 de abril de 2004 su hijo mayor, Casey, de 24 años, murió en Bagdad. Tres militares vinieron a decírselo. No lo aceptó y decidió "acabar con esa guerra". Protagonizó una acampada de protesta frente al rancho de Bush; fue detenida en numerosas ocasiones; su marido se divorció. No abandonó.

No duda Sheehan ni un segundo en que el movimiento pacífico que encarna "arruinará" la presidencia de Bush porque éste "ha fracasado, mintió a los estadounidenses y al mundo". Y osa: "Bush debe renunciar y ser juzgado por crímenes de guerra porque es uno de los mayores criminales de guerra", aunque confiesa que no cree que vea algún día al presidente en el banquillo ni en la cárcel. Sus críticas le trajeron enemigos -la trataron de "loca"-, aunque insiste en que "nunca" ha sido amenazada y recuerda: "No temo nada".

Entre sus actividades, anima una fundación que lleva el nombre de su hijo para mantener la paz, "no sólo en Irak". Y es sólo cuando se le pregunta si su meta no es un poco naïf que alza el tono: "¡No! No lo es".