Defensa busca una base en Emiratos para apoyar las tropas en Afganistán

El Ministerio de Defensa está buscando en los Emiratos Árabes Unidos (EAU), situados en el Golfo Pérsico, una base alternativa para el destacamento de Manás (Kirguizistán), que presta apoyo al contingente español en Afganistán desde su despliegue, en 2002. El anuncio de Uzbekistán -ex república soviética de Asia Central, igual que Kirguizistán- de que no permitirá los sobrevuelos de aviones de la OTAN a partir de enero, debido a las críticas occidentales por la sangrienta represión de la revuelta de Andiyán en mayo pasado, ha llevado a Defensa a buscar una alternativa por el sur.

Si se mantuviera la base en Manás, el cierre del espacio aéreo uzbeko obligaría a dar un rodeo y sobrevolar zonas muy montañosas; pero la alternativa de Emiratos es más cara al tratarse de un país con alto poder adquisitivo. Aunque las autoridades uzbekas han dado muestras de flexibilidad en los últimos días, permitiendo la permanencia de la base alemana de Termez, en la frontera con Afganistán, Defensa sigue buscando una base de apoyo en el sur, dada la alta volatilidad política de Asia Central.

A medio plazo, la mejor opción es que el Hércules con el que actualmente se realizan los vuelos al interior de Afganistán desde Manás se instale en Herat, según fuentes militares.

España tiene en Afganistán 325 soldados, pertenecientes en su mayor parte a la Brigada de Cazadores de Montaña Aragón. Está previsto que en febrero ese contingente sea relevado por otro similar de la Brigada de la Legión, con base en Almería. Las tropas españolas están repartidas entre la base de apoyo avanzado de Herat y la base General Urrutia de Qal-i-Naw, sede del Equipo de Reconstrucción Provincial de Badghis, al este del país.

El contingente español sufrió el pasado 16 de agosto la pérdida de 17 de sus miembros en el accidente de un helicóptero Cougar que se estrelló al sur de Herat. El ministro de Defensa, José Bono, visitó por última vez Afganistán con motivo de ese siniestro.

España debe decidir en los próximos meses si se hace cargo en agosto próximo del cuartel general de la Fuerza de Asistencia para la Seguridad de Afganistán (ISAF), con base en Kabul, lo que le obligaría a aumentar sustancialmente sus efectivos.