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Francia adjudica a Abertis una de las tres grandes autopistas privatizadas

La firma española paga 4.030 millones, mientras Cintra y Sacyr quedan fuera del reparto

Los grupos franceses Vinci y Eiffage y el español Abertis se repartieron ayer las concesiones de las tres sociedades de autopistas francesas privatizadas por 14.800 millones de euros, dinero que París utilizará para aliviar su abultada deuda pública. El consorcio encabezado por Abertis (el único grupo ganador liderado por una empresa extranjera) pagará 4.030 millones por el 75% de Sanef, concesionaria del norte. Fuera del reparto se han quedado el grupo liderado por la española Cintra (sin socios franceses), pese a que presentó la oferta más elevada por otra de las sociedades, y Sacyr.

Se trata de la mayor privatización de autopistas de peaje de Europa y los ingresos servirán al Gobierno francés para reducir su deuda pública, que suma la gigantesca cifra de 1,07 billones. El grupo español Abertis (participado por ACS y La Caixa), asociado con los franceses AXA, Caisse des Depots et Consignations, CNP, la familia Peugeot y Predica, se adjudicó la Sociedad de Autopistas del Norte y del Este de Francia (Sanef); la constructora francesa Vinci se quedará con Autopistas del Sur de Francia (ASF) y la compañía francesa Eiffage, junto al fondo australiano Macquarie, las Autopistas París Rin Ródano (APRR).

A esta última optaba la española Cintra (con Caja Madrid y dos fondos canadienses), que durante el proceso de privatización mostró su inquietud por algunas noticias aparecidas en la prensa francesa sobre la posibilidad de que se hubieran descartado las ofertas que no integraban a socios franceses, a diferencia de la de Abertis. El grupo español Sacyr también pujó por la autopista que ganó Abertis, que ayer cayó un 2,3% en Bolsa. Vinci ganó un 4,8% y Eiffage, un 7,4%.

Cuando el Ejecutivo anunció la privatización de las tres redes de autopistas hasta 18 grupos inversores presentaron propuestas. El Ministerio de Economía considera que el resultado final "ha permitido valorar en muy buenas condiciones el patrimonio público". La operación se formalizará probablemente a lo largo del próximo mes de enero. El hecho de que tanto Vinci como Eiffage sean franceses y que el consorcio encabezado por Abertis también incluya inversores galos permite a Villepin mantener su objetivo de promover un "patriotismo económico".La privatización ha traído importantes ingresos, pero el Estado francés, aseguran los socialistas, dejará de ingresar 20.000 de los 35.000 millones de dividendos previstos durante el periodo de concesión de las autopistas: entre 18 y 27 años.

Abertis y sus socios franceses pagarán 58 euros por acción del 75,7% de Sanef, lo que supone una inversión de 4.030 millones. Vinci aumentará su presencia en ASF del actual 23% hasta un 73,3% y pagará 51 euros por título con un desembolso total de 9.000 millones. Eiffage-Macquarie pagará 61 euros por cada acción de APRR, hasta unos 2.000 millones. Cintra había ofrecido 62 euros por acción de APRR.

La nota conjunta de los ministerios de Economía y de Transportes anunciando las ofertas ganadoras indica que la decisión se ha tomado en función de un "análisis multicriterios" de las condiciones de la privatización y que los contratos incluyen medidas para evitar que el sector quede en manos de empresas de construcción extranjeras.

Cintra no ha conseguido hacerse con una autopista en Francia, pero ha logrado poner un pie en Italia, según informó ayer mismo la filial de concesiones de Ferrovial. El consorcio encabezado por la compañía española se ha adjudicado el proyecto de construcción y explotación de la autopista de peaje de 59,3 kilómetros que unirá las ciudades de Cremona y Mantova, en el norte italiano, en 2011. La inversión suma 944 millones de euros. Se trata del primer proyecto concesional en Italia gestionado por un consorcio liderado por un extranjero.

Paralelamente, Economía dio a conocer el llamado Informe Pebereau, realizado por un comité de 21 expertos encabezado por el presidente de BNP Paribas Michel Pebereau. La deuda pública de Francia, dice el informe, alcanzó el año pasado 1,07 billones de euros, el 64,7% del PIB y el Gobierno calcula que subirá hasta el 66% en 2006. Los intereses de la deuda le costarán este año a Francia 40.000 millones de euros, según reveló el ministro de Economía, Thierry Breton, lo que supone prácticamente la totalidad del impuesto sobre la renta personal.

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