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CiU y el PP no ven nada positivo en los dos años de Gobierno de la izquierda en Cataluña

Ridao achaca al líder democristiano una "obsesión enfermiza" contra los republicanos

Los dos primeros años de gobierno de la izquierda catalana merecieron ayer una evaluación rotundamente negativa por parte de los dos grupos de la oposición. Con la simplicidad y contundencia de los mensajes publicitarios, el líder de Convergència i Unió (CiU), Artur Mas, afirmó que se trata de "dos años perdidos" para Cataluña. No menos rotundo, el presidente del PP en Cataluña, Josep Piqué, redujo la tarea del Gobierno presidido por Pasqual Maragall al continuo esfuerzo de los tres partidos que lo componen a "mantenerse en el poder" a costa del "desgobierno" del país.

Artur Mas habló en Lleida de los dos años transcurridos desde que la coalición de los tres partidos de la izquierda catalana sustituyó a CiU en el Gobierno de la Generalitat, y eso le llevó a destacar el contraste en uno de los aspectos clave en la gestión de los nacionalistas durante los 23 años anteriores, la dualidad Barcelona-resto de Cataluña. "Han cortado la línea que seguía CiU de destinar el 50% de las inversiones al área de Barcelona y el otro 50% al resto del país. Ahora destinan el 70% a Barcelona y el 30% al resto", dijo el que fue conseller en cap en el último Gobierno de Jordi Pujol.

El ahora líder de CiU sostuvo también que el Ejecutivo de la izquierda "transmite poca confianza" a los agentes económicos, de manera que, tras dos años de gestión, "ningún sector productivo está satisfecho".

El portavoz del PP en el Parlament, Francesc Vendrell, resumió la evaluación del Ejecutivo en un aspecto a su juicio esencial, la falta de un proyecto común a los tres partidos que lo componen. "No es un Gobierno de coalición, son tres partidos que están juntos por conveniencia, pero sin renunciar a sus respectivos programas".La inexistencia de una cultura de coalición es, en opinión de Francesc Vendrell, la causa de las disensiones que aparecen a menudo entre los tres partidos del Gobierno catalán. Eso es lo que hace, a su juicio, que ocurra en el Gobierno de Cataluña lo que no sucede en ningún gobierno del mundo: que "unos ministros contradigan a otros ministros", y que haya un presidente que no presida.

"Maragall es simplemente un hombre de paja en manos de los tres partidos", remató. Como ejemplo del nulo papel a que Maragall ha visto reducida su presidencia, Vendrell recordó la "fracasada" reestructuración de su Gobierno" que el presidente intentó en octubre.

Para resumir lo que ha ocurrido durante los dos últimos años en Cataluña, Vendrell recurrió a un juego de palabras: "Hemos pasado de los 23 años de conveniència i unió a tener un gobierno de unió per conveniència".

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El segundo aniversario de la firma del Pacto del Tinell, que se cumplía ayer, movió al secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, a arremeter contra Esquerra Republicana (ERC), el partido con el que él mismo negoció sin éxito después de las elecciones autonómicas.

En una entrevista por televisión, Duran sostuvo que la actuación política de Esquerra "está haciendo un nefasto servicio a Cataluña; es lo peor que ha tenido el país en muchísimas décadas; es una auténtica plaga de langosta". La "inmadurez" de ERC y su "falta de cultura política para compartir responsabilidades" ha llevado, según Duran, a que "se haya perdido el respeto a Cataluña".

Otra cosa habría sido, en opinión de Duran, si sus negociaciones con ERC hubieran culminado en un acuerdo. Todo habría sido distinto con Esquerra gobernando con CiU y con Artur Mas como presidente, aventuró, porque Mas "hubiera tenido más capacidad de controlar a ERC que Maragall".

De todas formas, Duran no se lamentó mucho por el fracaso de sus negociaciones con ERC en el otoño de 2003, a la vista de cómo se han comportado los independentistas una vez han llegado al Gobierno de la Generalitat. "Creo que Dios nos ayudó a no llegar a un acuerdo" con ellos, dijo.

Las palabras de Duran fueron replicadas ayer mismo por el portavoz de ERC en el Parlament, Joan Ridao. Que Duran diga que Dios ayudó a CiU a no llegar a un acuerdo poselectoral con ERC provoca "hilaridad", afirmó el diputado republicano, cuando lo cierto es que en aquellas negociaciones Duran "dijo sí a todo a cambio de que CiU pudiera continuar en el poder".

Ridao atribuyó el ataque de Duran a una "obsesión enfermiza" del dirigente democristiano contra ERC, y le dedicó un contundente contraataque. "Puede que no seamos perfectos", reconoció Ridao, "pero al menos somos honestos y la gente de izquierda puede decir claramente que no ha metido nunca la mano en la caja, cosa que Duran no podrá decir nunca con la misma contundencia".

El papel de Duran en CiU

Por tercera vez en pocas semanas, el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran Lleida, explicó ayer en público que se entera por la prensa de decisiones que en principio le atañen. La última fue un anuncio en prensa escrita publicado ayer por CiU sobre los dos años de gobierno de la izquierda, con Artur Mas como protagonista. "Debe de apartarse de las responsabilidades del secretario general", dijo, "porque no sabía que iba a aparecer". Las otras dos decisiones de las que no tuvo conocimiento fueron la oferta de "apoyo estable" formulada por Mas al PSOE desde Londres y la negativa de CiU a participar en reuniones multilaterales durante la actual fase de negociación del Estatuto con el Gobierno del PSOE.

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