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Atascos en la M-607Una viga caída de las obras del AVE deja sin Cercanías a 100.000 viajeros

El incidente afectó durante nueve horas a tres líneas de tren del norte de la región

La demora en unas obras del AVE que unirá Madrid con Segovia y con Valladolid dejó ayer a 100.000 viajeros de la zona norte sin servicio de Cercanías. Las líneas afectadas fueron la C-1, la C-7 y la C-10. Los trabajos en un puente tenían que haber terminado de madrugada, pero la caída de una de las vigas durante el desmontaje demoró las obras nueve horas. Ante eso, los viajeros de Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Tres Cantos y la Universidad Autónoma abarrotaron los autobuses interurbanos. El servicio de tren fue restablecido a las 14.30.

En plena calle, con poco tiempo para llegar al trabajo, desesperados al ver los autobuses abarrotados y sin posibilidad de coger taxis. Ante esta situación, muchos empleados en Madrid o bien en los polígonos de San Sebastián de los Reyes, Tres Cantos y Alcobendas optaron por coger el coche, lo que provocó el colapso en la carretera de Burgos y la de Colmenar, A-1 y M-607. Esta última llegó a tener hasta 14 kilómetros de retenciones, lo que hizo que la hora punta se prolongase hasta después de las diez de la mañana.

Los atascos también afectaron a la M-40, en sentido norte, (entre los kilómetros 45 y 58) hasta la misma hora.

"En mi trabajo ha llegado mucha gente tarde. Las entradas a Alcobendas se han colapsado", explicó Mar Martín, que trabaja como diseñado-ra gráfica en este municipio.

Hasta la estación de Valdelasfuentes (Alcobendas) seguía llegando gente al mediodía con cara de no haberse enterado del incidente. A muchos de ellos les informó de lo sucedido el vigilante de seguridad, que se pasó la mañana explicando los cortes.Los 100.000 viajeros que utilizan al día el Cercanías para entrar o salir del norte de la región se encontraron ayer a primera hora de la mañana una desagradable sorpresa: las estaciones de tren estaban cerradas a cal y canto. El motivo: unas obras del AVE Madrid-Segovia-Valladolid que tenían que haber terminado de madrugada se demoraron hasta las dos y media de la tarde por culpa de una viga que cayó a las vías.

"Hemos tenido que ampliar el horario de las obras, que en principio iban a terminar de madrugada. Estamos habilitando un puente, que actualmente da cobertura a dos vías de línea convencional, para que también pueda acoger dos líneas más de AVE", explicaron fuentes del Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), que rebajaron la cifra de afectados a 20.000.

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"El resto de viajeros no se vieron afectados porque se trasladan entre estaciones situadas fuera del tramo cerrado o porque pudieron beneficiarse de los autobuses dispuestos por la compañía", argumentaron.

El servicio no fue restablecido hasta las 14.30. El incidente afectó a la C-1, la C-7 y la C-10 en el tramo de Fuencarral a Cantoblanco. Los autobuses lanzadera habilitados por Cercanías pasaron cada media hora, según la compañía.

En estaciones como Valdelasfuentes (Alcobendas) el caos fue absoluto. Los viajeros, al ver que no podían coger el tren y que llegaban tarde al trabajo o a clase, se lanzaron a las paradas de autobuses interurbanos.

Otros, menos pacientes, decidieron regresar a sus casas y no fueron a trabajar. "El día ha sido caótico y nos hemos visto desbordados. Hemos tenido el 25% más de viajeros de lo normal. Los conductores iban con más de 20 minutos de retraso sobre su turno habitual", explicó ayer Doroteo Casado, presidente de la empresa de autobuses Montes.

En el intercambiador de Plaza de Castilla, de donde salen los autobuses hacia el norte, las colas hasta media mañana eran tan largas "que daban varias vueltas", según explicó un testigo. Los autobuses acumularon retrasos que llegaron a la hora y media. Había mucho estudiante que intentaba llegar a la Universidad Autónoma, cuya parada de tren (Cantoblanco) se vio afectada por el incidente.

Víctor Sauce, de 19 años y estudiante de la Universidad Autónoma, se enteró de que había problemas en la línea C-1 de Cercanías "por el teletexto". "He ido a clase en autobús, y en tan sólo dos paradas ya se ha llenado. A la universidad ha llegado mucha gente tarde. No hemos tenido clase a primera hora porque el profesor no ha podido llegar a tiempo", explicó este estudiante.

Una joven empleada en Tres Cantos relataba con desesperación que había tenido que esperar más de una hora en la plaza de Castilla para poder subir a uno de los autobuses, incapaces de absorber a los miles de viajeros que habitualmente se desplazan en tren.

Desmontaje

El incidente que dejó a 100.000 viajeros en la estacada tuvo su origen en "los trabajos de desmontaje del puente que atraviesa la línea del ferrocarril en el kilómetro 5,200 de la línea Madrid-Burgos", según fuentes de Adif.

El puente estaba siendo desmontado para ampliarlo para que también pasen por él los trenes de alta velocidad entre Madrid, Segovia y Valladolid. En pleno desmontaje, una de las vigas se desplomó sobre las vías y hasta que no fue retirada no pudo ser restituido el de las líneas que cruzan el tramo.

"Las obras que se han prolongado durante la mañana han consistido en el desmontaje de las vigas que soportan la estructura actual, de 15 metros de longitud, y su sustitución por otras del doble de longitud. Esta operación se ha realizado sobre el puente más antiguo de los de esta carretera

", concluyeron desde Adif.

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