Industria impulsa un plan para renovar las calderas de gas de más de 10 años
Las calderas y los calentadores de gas ya tienen su plan Renove. Los que tengan más de 10 años podrán acogerse al plan de ayudas acordado por el Departamento de Trabajo e Industria de la Generalitat, que encabeza el socialista Josep Maria Rañé, junto con las empresas suministradoras de gas, los fabricantes y los instaladores. Los usuarios interesados tienen que llamar al teléfono de información de la Generalitat, el 012, para inscribirse al plan de ayudas.
Por el recambio de la caldera antigua, los usuarios recibirán 150 euros; y por el del calentador, 60 euros. El precio aproximado de una nueva caldera en el mercado es de unos 600 euros, y el de un calentador de gas, de entre 200 y 300 euros. Por tanto, las ayudas cubren, aproximadamente, el 25% del gasto.
El único requisito para recibir las ayudas es que el aparato reemplazado sea retirado del mercado. Esto lo acreditará la empresa instaladora al firmar la solicitud de ayuda. Se cambiarán calderas y calentadores de cualquier fuente de energía: gas, gasóleo y electricidad, y el sustituto siempre funcionará mediante gas natural.
Una nueva caldera puede suponer, para los hogares, un ahorro anual de 80 euros en calefacción y consumo de agua caliente. Esta cifra equivale aproximadamente al 15% de lo que destina una familia a esta partida.
Ahorro energético
El objetivo de la iniciativa, expuso ayer el consejero de Industria, Josep Maria Rañé, es reemplazar entre 10.000 y 15.000 equipos que tienen más de 10 años. Esta medida favorecerá el ahorro energético, mejorará la seguridad de las instalaciones y también tendrá beneficios medioambientales, ya que disminuirá la reducción de las emisiones en la atmósfera de dióxido de carbono (CO2).
Este es el primer plan Renove catalán de calderas y calentadores. Su razón de ser, explicó Josep Maria Rañé, es mejorar la eficiencia energética de los hogares catalanes. El consumo de electricidad en Cataluña sigue creciendo año tras año, también en el sector doméstico. Por el contrario, en producción eléctrica la comunidad sigue siendo deficitaria: Gasta más de lo que genera. Este hecho, además, contradice la necesidad de reducir el impacto ambiental del consumo energético, que establece el Protocolo de Kyoto.
La iniciativa cuenta con un presupuesto de 2,1 millones de euros, que aportarán en partes iguales la Generalitat, los fabricantes y las distribuidoras de gas.
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