Un proyecto recupera a 'objetores' de la educación
El proyecto Jabato 15, que promueve el centro de inserción sociolaboral Valdocco de Huelva, desarrolla desde 2003 un programa educativo destinado a la inserción de un colectivo de menores, de 14 a 16 años, que no participan en el sistema educativo y se encuentran en riesgo de exclusión social. El proyecto, único en Andalucía, está financiado con más de 40.000 euros por las consejerías de Educación e Igualdad y Bienestar Social y se incluye en el plan de integral del Distrito V, que engloba las barriadas con menos recursos de la ciudad como la Hispanidad o El Torrejón.
La directora de Valdocco y coordinadora del proyecto, Concha Martínez, asegura que estos menores "no son absentistas, sino objetores del sistema educativo. Muchos de ellos hace años que dejaron de ir al colegio". Jabato 15 trabaja con los menores a través de un taller alternativo para "dar una respuesta socioeducativa urgente, especializada e integral, para su inserción social", explica Concha Martínez.
El plan dura nueve meses y este año se ha admitido a 19 alumnos de un total de 52 solicitudes. La selección se realiza atendiendo a criterios establecidos por la Administración autonómica como residir en alguna de las barriadas del Distrito V. Jabato 15 también acoge a menores infractores que desarrollan las medidas propuestas por el juez mediante este programa.
El objetivo del proyecto es que "el menor retorne al instituto u obtenga una formación profesional", señala Martínez, quien precisó que el plan no "sustituye al instituto, sino que es una medida específica para una situación determinada".
"Tenemos una coordinación absoluta con la delegación de Educación que conoce la evolución de estos chicos", indicó. Martínez precisó que el proyecto "es un plan de entrenamiento de habilidades sociales. Donde no llega el instituto con su metodología, llegamos nosotros con nuestras medidas específicas".
Jabato 15 dispone de un equipo de educadores que trabaja diariamente con los chavales y cuya intervención se extiende también a la calle. Francisco Javier Castilla, trabajador social, es uno de ellos: "Nuestro objetivo es que sean personas capaces de vivir en sociedad. Utilizamos el factor sorpresa como método educativo. Estos menores no saben qué van a encontrar cuando lleguen aquí y nos apoyamos en diferentes herramientas educativas en función del momento". Según Castilla estos jóvenes no están acostumbrados a respetar un horario, ni una disciplina. "Al comienzo del curso tenemos que ir a sus casas, levantarlos de la cama y trabajar con ellos para que acepten el horario", asegura. "Estamos en contacto permanente con las familias, las hacemos partícipes de las tareas que desarrollamos. El proceso de concienciación debe ser global y tiene que funcionar también en el ámbito más cercano", señala.
Concha Martínez destacó la eficacia del proyecto. "El 90% de los menores han sido derivados a escuelas taller de Valdocco o incorporados a la vida laboral finalizando con éxito el proceso socioeducativo", destacó. Para Martínez el proyecto es "apasionante y complejo" al mismo tiempo.
Francisco José Pérez, de 17 años, es uno de los menores que participa en Jabato 15 y este método le gusta más que el instituto porque aprende un oficio. El padre de Francisco José vende cupones en el Torrejón y su madre es ama de casa. "A mí no me gusta estudiar. Detestaba levantarme tan temprano", dijo. Oscar Lozano, de 16 años, se prepara para trabajar como soldador de estructuras metálicas ligeras. "Aquí también se forma mi padre. Me gusta lo que hago", añadió.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.