La UE alerta de la falta de coordinación de los países ante una pandemia de gripe aviar
Los ministros de Sanidad europeos rechazan crear un fondo común de antivirales
Los países de la UE deben reforzar la comunicación entre ellos, con la Comisión de Sanidad y con los ciudadanos si quieren hacer frente a una posible pandemia de gripe de origen aviar en humanos. Ésta es una de las conclusiones del simulacro realizado los pasados 24 y 25 de noviembre, según expuso a los ministros de Sanidad de los Veinticinco el comisario europeo, Markos Kiprianú. En la reunión también se rechazó crear un fondo europeo de antivirales para combatir la pandemia, afirmó la ministra española de Sanidad, Elena Salgado.
Durante el simulacro se comprobaron los planes nacionales para hacer frente a una pandemia y la manera en que los peligros eran transmitidos a las autoridades. Esta pandemia sólo se produciría si el virus de la gripe aviar mutara y se convirtiera en transmisible entre humanos, insistió la ministra ayer en Bruselas. El comisario apuntó el hecho de que "la presión mediática durante un simulacro" era mucho menor que la que se daría si apareciera una pandemia en Europa, por lo que hacía falta mejorar la calidad de la información que se facilitaba, tanto a otros organismos oficiales (Comisión Europea, Organización Mundial de la Salud, ministerios de Sanidad) como a la prensa.
El resultado detallado de las conclusiones de la prueba no se dará hasta febrero de 2006, por lo que los datos aportados hasta ahora son provisionales, según fuentes de la Comisión. Tanto Kiprianú como Salgado y otros miembros se negaron a indicar qué países estaban peor preparados para hacer frente a un agravamiento de la situación.
"Hay tres situaciones: la actual, con una epidemia de gripe aviar que afecta a los pájaros y que ha llevado al sacrificio de 150 millones de aves", explicó la ministra. "Otra cosa es la gripe estacional", que afecta a miles de personas; y "una tercera", que se produzca una pandemia de gripe, y que podrá suceder bien a partir de una mutación del actual virus H5N1 que infecta a las aves o de otro, añadió Salgado.
Para mejorar la respuesta ante este último caso, si se diera, la representación española en la Comisión, encabezada por Salgado, y a la que acompañó el consejero de Salud de Asturias, Rafael Sariego, sugirió que los casos humanos de gripe de origen aviar se traten como otras enfermedades infecciosas de declaración obligatoria, según el Reglamento Internacional Sanitario, que se aprobó en mayo y que no deberá entrar en vigor hasta dentro de dos años. Con ello "los esfuerzos de coordinación serían más fáciles", señaló la ministra. Hasta ahora, las enfermedades de cuya aparición debe informarse a la Comisión Europea son la viruela, la peste, la fiebre amarilla y el cólera, dijo Salgado.
La ministra se mostró optimista en que la coordinación mejorará ahora que ya está en funcionamiento el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC por sus siglas en inglés). Esta organización se creó en mayo y tiene su sede en Estocolmo, donde comparte instalaciones con la prestigiosa el prestigioso Instituto Karolinska. Su labor es más de coordinación de investigaciones y evaluación de riesgos, explicó su portavoz. El representante del centro europeo recordó que "el riesgo de la gripe aviar para los ciudadanos de la UE es prácticamente cero".
Los ministros hablaron de nuevo sobre los antivirales, y de si existía una cantidad mínima recomendada para cada país. Estos medicamentos "no son una panacea", y hay que evitar caer en una "carrera" sobre quién tiene más que "carece de sentido", insistió Kiprianú.
También Salgado recordó que aunque hace mes y medio el propio comisario dijo que lo aconsejable era disponer de medicación para tratar al 25% de la población (lo que en España querría decir más de 10 millones de dosis, de los que la industria ha entregado menos de 500.000), luego Kiprianú rectificó y dijo que no había "un mínimo recomendado". Pero el debate no quedó ahí cerrado. El jueves, el jefe de Gabinete del Kiprianú, Margaritis Schinas, insistió en que la OMS les había transmitió "oralmente" esa recomendación. Ante el revuelo creado por las declaraciones de Kiprianú, que dejaban cortas las previsiones de la mayoría de los Gobiernos, la OMS se había negado a ratificar esa declaración. El problema para establecer una reserva europea centralizada de antivirales es que algunos países se niegan a poner en común medicación antes de tener cubiertas sus necesidades. Según Salgado, los pedidos de los países no podrán ser atendidos por los fabricantes hasta 2007. Sobre la vacuna, pidió una "acción coordinada desde ya" entre las autoridades y los posibles fabricantes.
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