Música, flores y vigilias pacifistas recuerdan los 25 años de la muerte de John Lennon
Nueva York y Liverpool centran la conmemoración del asesinato del líder de los Beatles
"¡Es mentira! ¡No le creo!". Cuando Yoko Ono recibió la noticia de la muerte de John Lennon en el Roosevelt Hospital de Nueva York el 8 de diciembre de 1980, no quiso creer a los médicos. Finalmente, la esposa del ex líder de The Beatles se derrumbaba ante la realidad: cinco disparos certeros habían matado al músico a las puertas de su casa, en el edificio Dakota. Ayer, 25 años más tarde, su Nueva York de adopción y su Liverpool natal encabezaron los actos celebrados en todo el mundo para homenajear a un artista cuyo legado musical e ideológico se resiste a morir.
Sobre el pequeño montículo de Central Park denominado Strawberry Fields en honor a la canción homónima de los Beatles, siempre hay flores, admiradores y curiosos que recuerdan diariamente a John Lennon. Pero cada año, cuando llega el momento de conmemorar el aniversario de su muerte, el área se llena de miles de peregrinos que acuden desde diversas partes del mundo para homenajear al autor de Imagine.
Esa canción, convertida con el paso de los años en la banda sonora inequívoca de cualquier protesta pacifista, se volvió a escuchar ayer en el Strawberry Fields, calentando con ella y con el resto del repertorio musical de Lennon uno de los días más fríos del año en Nueva York, con temperaturas que rondaron los 10 grados bajo cero.
La ciudad no organiza ningún acto oficial, son sus fans quienes espontáneamente acuden al Strawberry Fields y entonan sus canciones. A veces, si hay suerte, Yoko Ono se asoma a la ventana del cercano edificio Dakota y saluda, algo que los admiradores del artista esperaban que ocurriera ayer por tratarse de un aniversario tan significativo.
Para seguidores como Norman Siegel, "John Lennon representaba la quintaesencia del neoyorquino. Con talento, con opinión, sin miedo a hablar y pacifista. No entiendo por qué el alcalde le ha dedicado un día a King Kong y no se lo dedica al más grande de los neoyorquinos", declaraba. Desde hace un cuarto de siglo existe un Comité Memorial creado por un grupo de seguidores del ex beatle en Nueva York, que ayer tenía previsto reunir a miles de admiradores de Lennon para celebrar una vigilia desde las 22.50 (madrugada en España), la hora en que Mark Chapman, su asesino, un fan desequilibrado, disparó sobre Lennon. Hasta las 23.15, hora oficial de su muerte, se impondría el silencio en su honor y, según un comunicado publicado el miércoles por el Comité Memorial, este año se aprovecharía el evento para "reunir a los activistas por la paz y pedir el fin de la guerra". El tema escrito por Lennon Give peace a chance (Démosle una oportunidad a la paz) sigue manteniendo su vigencia, aseguran sus seguidores. "Vamos a celebrar su música, su legado y sus posiciones políticas", anunciaba Cándido Bonilla, asistente a las vigilias desde 1980.
El mundo de la música también le dedicó el día a Lennon con conciertos en Nueva York protagonizados por Dr. John y Daryl Hall, entre otros. Los estudios Abbey Road de Londres, donde los Beatles grabaron algunos de sus temas más legendarios, se convirtieron en el escenario de otro concierto homenaje donde ayer tocaron, entre otros, Paul Weller y Jamie Cullum.
Pero el centro neurálgico de la conmemoración en honor al cantante fue Liverpool, la ciudad que le vio nacer en 1940. Allí, más de mil globos blancos cargados con mensajes de paz escritos por sus seguidores llenaron el cielo a mediodía, mientras The Cavern, el local donde The Beatles iniciaron su carrera, fue objeto de una ofrenda floral. Al atardecer, la imagen de Lennon se proyectó en los muelles de la ciudad. Las televisiones británicas aprovecharon el tirón más morboso para emitir diversos documentales sobre Mark Chapman, el asesino de Lennon, quien cumple condena en una cárcel de Nueva York y ha intentado tres veces sin éxito conseguir la libertad condicional.
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