Carrera de enfermería

Recientemente, la Consejería de Sanidad y Consumo de la Comunidad de Madrid y el sindicato de enfermería SATSE, sin el apoyo de ninguna otra fuerza sindical, han decidido de manera bilateral firmar un acuerdo que establece los criterios generales del modelo de carrera profesional.

La firma de este acuerdo supone entre otras cosas que desde este mes de diciembre, los profesionales de la sanidad que estén en posesión de una plaza en propiedad cobrarán en torno a 2.000 euros más al año, pudiendo alcanzar hasta los 8.000 de forma progresiva a lo largo de los años; mientras que casi la tercera parte del personal, que estamos en situación de interinidad y muchos con más de 13 años de antigüedad, tendremos que esperar a que se consoliden nuestras plazas sin retroactividad posible.

Una vez revisada la legislación al respecto, tanto en el propósito, justificación, interés y sobre todo criterios de inclusión y exclusión de la carrera profesional, no especifica que ésta sólo sea para el personal estatutario fijo. Un portavoz del SATSE confirma que esto es así y que ellos, conjuntamente con la Administración, así lo han decidido porque es lo que les parece más justo.

Los méritos de la carrera profesional tienen que ver con las necesidades formativas, investigadoras y asistenciales de los profesionales para y por los ciudadanos; en ningún sitio, ni en la Ley de Ordenación de las Profesiones Sanitarias, ni en el Estatuto Marco, ni en la Ley de Cohesión y Calidad, convienen que exclusivamente la carrera profesional es para el personal fijo.

¿Qué ocurre con el personal interino de más de 10 años, por ejemplo, del cual muchos hemos aprobado la última oposición y nos encontramos en fase de expectativa de destino que, de manera indefinida, se va alargando en el tiempo?

Si el propósito es incentivar al personal, mediante una estabilidad laboral consolidando nuestros puestos de trabajo y fomentar e incentivar la docencia, investigación y mejora de nuestra asistencia con el desarrollo de la carrera profesional, en mi humilde opinión, éste no es el camino.

Todos somos profesionales, pero parece que para algunos sigue habiendo clases; afortunadamente, los usuarios-pacientes, cuando se despiden de nosotros agradeciéndonos nuestros cuidados, no nos preguntan qué tipo de contrato tenemos.