Chávez copa el Parlamento de Venezuela gracias a la abstención
El 75% de los electores dio la espalda a las urnas en las legislativas
Un día después de la jornada electoral del domingo en Venezuela, en la que la vencedora fue la abstención, con un 75%, el Gobierno propuso un diálogo con la oposición, que a partir del mes próximo no tendrá un solo representante en la Asamblea Nacional. Las fuerzas chavistas fueron las que más votos obtuvieron en unas urnas que apenas se llenaron después de que los partidos opositores se retiraran de la contienda electoral.
"El mejor regalo que podemos hacerle a la democracia es que podamos sentarnos todos los venezolanos, los que llamaron a votar y los que llamaron a no votar, a discutir acerca de los grandes temas nacionales", declaró el vicepresidente, José Vicente Rangel, quien hizo un llamamiento a poner nuevamente en pie la Mesa de Diálogo Gobierno-oposición, que entró en acción en 2003 después de la huelga del sector petrolero.
El ministro de Asuntos Exteriores, Alí Rodríguez, reiteró el ofrecimiento de "diálogo democrático", pero con la precisión de que "en democracia las decisiones las toma la mayoría". "Fuimos minoría muchos años y nunca nos retiramos de una contienda electoral", agregó.
Mientras el presidente Hugo Chávez guarda un llamativo silencio sobre la votación del domingo, los mensajes de Rangel y Rodríguez son las primeras señales de que el Gobierno no canta victoria. No tiene muchos motivos para hacerlo después de la masiva abstención del domingo. "No estamos satisfechos con los resultados", dijo el ministro de Exteriores de Venezuela. "A pesar de que hubo una apreciable movilización, son resultados insuficientes", añadió al referirse al escaso 25% de ciudadanos que acudió a votar.
No hay duda de que el boicoteo de la oposición tuvo efecto, a pesar de que la tradición electoral venezolana indica que en los comicios no presidenciales la abstención llega hasta el 60%. Pero nunca se había disparado hasta el 75%.
Carlos Genatios, de la organización Ojo Electoral, señaló que la jornada del domingo demuestra que Chávez tiene un voto cautivo del 25%, y explicó el absentismo por la retirada de la oposición y el agotamiento de la población ante el enfrentamiento político permanente. Ojo Electoral desplegó 1.000 observadores en 15 de los 24 Estados venezolanos, donde pudo detectar situaciones difícilmente compatibles con la transparencia electoral.
Según explicó Genatios, en el 16% de las mesas había un interventor de los partidos de oposición, en el 29% no hubo interventores, mientras que el 70% contó con al menos un representante de los partidos del Gobierno.
En el nuevo escenario político después de las legislativas, Venezuela se queda sin ningún contrapeso político frente al poder omnímodo de las fuerzas leales a Chávez.
El Tribunal Supremo, el Consejo Nacional Electoral y ahora el Parlamento están en manos del oficialismo. En estas condiciones, el diálogo no parece fácil, pero, según señalaba ayer Carlos Genatios, la agenda podría estar encabezada con la discusión de las condiciones electorales, tan cuestionadas los últimos días, con vistas a las presidenciales el año próximo.
Revisar el voto electrónico
"Hay que revisar el voto electrónico, auditar el sistema; el propio CNE ha dicho que creará una comisión a tal fin", advierte Genatios. La mayoría de personas que acudieron a las urnas tuvieron dificultades para votar, por lo complicado del sistema, no sólo por el mecanismo electrónico, sino para poder entender las planillas o papeletas de votación.
Otro aspecto conflictivo es el registro electoral, contra el que se presentaron numerosas denuncias de haber sido inflado. La participación de las minorías y la composición del CNE son otras dos asignaturas pendientes.
Sentarse para dialogar. He aquí el principal desafío de los políticos venezolanos, acostumbrados a moverse en un espacio de radicalización.
El sociólogo Luis Pedro España apunta que una de las prioridades es la firma de un acuerdo social. "Venezuela tiene que ponerse de acuerdo. Pero, de momento, parece imposible. Las políticas públicas son lo que es posible, no lo que debe hacerse. Falta un acuerdo entre obreros y empresarios, entre políticos, y el ambiente no está para nada", puntualiza el sociólogo.
La oposición pasará a la condición de extraparlamentaria, con lo que corresponde al Gobierno, en primer lugar, abrir un cauce paralelo para el diálogo. Diversos sectores antichavistas desconfían del presidente y temen que, con un Parlamento monocolor, opte por intentar aprobar iniciativas legislativas que hoy no tienen el consenso de la mayoría de los ciudadanos.
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