Yo brindaré con cava... catalán
Esto es un auténtico desmadre. No hay quien entienda nada. O casi nadie. Me refiero a la gente normal, que trata de seguir el día a día, con su trabajo, sus hipotecas y vive sus propias preocupaciones. Que si llega a final de mes o le renuevan el trabajo temporal... Y mientras tanto hay unos señores de la derechona más derechona, encastillados mayoritariamente o en exclusiva en el PP más locuaz, voceros mediáticos, encastillados mayoritariamente en la católica COPE, que nos quieren hacer creer, o desviar la atención, que el problema es la proximidad de un Apocalypsis Now que se nos viene encima por mor del gobierno del presidente Zapatero. Uno contempla el firmamento cada noche, a ver si las estrellas medio eternas anuncian tan gran desastre. Pero ellas continúan aparentemente estáticas y no dan señal de atemorizarnos. Hojeo los periódicos y, he aquí que me espanto. La Tierra (o el universo entero, vaya usted a saber) tembló ante la aprobación de los matrimonios gay y tiembla ahora ante el Estatuto catalán y ante la LOE. Y me pregunto, ¿pero no están todavía en periodo de tramitación? ¿No tienen que pasar todavía por el Parlamento español y negociar no sé cuántas enmiendas? ¿Cómo nos quieren hacer creer que son males reales e irreversibles?
Claro que, al continuar hojeando, veo que la derechona ha perdido el quicio con sus amenazas esquizofrénicas, paranoicas, que todas entran dentro de las psicopatías políticas, al no aceptar unos resultados democráticos que hacen perder el poder y con él todas las prebendas que conlleva. Es lo propio que le está pasando a la Jerarquía pancartera, que al final siempre termina todo en su interés por la financiación, que la religión no es más que la excusa para unos señores que creen más en el cielo terrenal que en el posmortuorio, de dudosa comprobación.
Continúo hojeando los periódicos y me encuentro con otro auténtico apocalipsis, para el ciudadano normal, claro está. Este apocalipsis se centra especialmente en el País Valenciano. La presunta corrupción del presidente Fabra, las presuntas facturas falsas pagadas por el Ivex para transferirlas al cantante Julio Iglesias, las que ahora se añaden de empresas relacionadas con Terra Mítica. Los casos de presunta corrupción en los ayuntamientos de Orihuela y Torrevieja, ambos en manos del PP. Y parece ser que otros que irán saliendo o ya se anuncian y los que todavía no sabemos. Y el gobierno del presidente Camps esperando el agua, o que llueva. Mirando a las nubes, claro. Y para despistar, los señores responsables del PP y su vocero Copero que claman por la unidad de la patria, encienden el fuego de la crispación, de la división ciudadana, rompen la unidad de mercado que aseguran defender, y propician, una vez más, que la gente llana, la que no atisba la doble intencionalidad de los malos políticos, de aquellos que no tienen un comportamiento moral público y responsable, que manipulan, tergiversan y engañan, la gente llana, decía, se preste a la pequeña venganza, la de ahora no te junto, y quiera hacer pagar todo el mal a los malvados catalanes, como si el gobierno de aquí no tuviera nada que ver con la crisis industrial, con la corrupción, y grita: "¡Pues ahora no vamos a comprar cava catalán!" Mato al mensajero y me alío con el patán que más vocea, con el incendiario, y lo hago pagar al agricultor que suda para producir una buena uva, al industrial que lleva años y años mejorando su producto, más o menos ajenos a los detalles del nuevo Estatut. Pregunta del millón: ¿Qué dirían los voceros del Consell, el señor Camps y su portavoz esquizofrénico el señor González Pons si alguien de más allá del Sénia, por insignificante que fuera, levantase la voz e invitase a hacer boicot a la naranja, al azulejo, al juguete o al calzado valencianos? No se molesten en repetirlo. Está escrito en las hemerotecas desde hace años. Pero la cerilla está encendida. Habrá que apagarla cuanto antes. La Pymec lleva razón.
¿Somos como niños, inmaduros? ¿No hay una mayor reflexión antes de tomar una decisión tan irresponsable?
Espero que quede suficiente cava catalán para poder comprar, porque el cava valenciano ha subido tanto de precio (pillines, pillines, que siempre esperan su oportunidad y dejan de lado su valencianismo vaciando el bolsillo de sus paisanos) que no me va a llegar. Yo, por si acaso, por su calidad, continuaré brindando con cava catalán durante las fiestas que se aproximan, los cumpleaños, y las fiestas de guardar. Brindaré por Navidad, por Nochebuena y por el roscón. Brindaré para que la naranja se pague y no abandonemos la citricultura ante las pérdidas continuadas que padecemos. Brindaré para que se acaben los apocalípticos, los Rajoy, los Acebes y los Zaplana, los Camps y los González Pons, la jerarquía católica (que no cristiana), y que el Niño, con su inocencia, les haga entender que vino a traernos amor, tolerancia y diálogo. Brindaré, vana ilusión, para que se acabe la corrupción y se deje de esquilmar al ciudadano con el derroche público del dinero. Brindaré para que llueva y nos olvidemos del agua del Ebro, que primero hay que aprovechar la propia. Brindaré para que los que han llevado el valenciano (catalán) a Europa, lo usen en su propio país. Brindaré para que la oposición llegue al pueblo con un mensaje de ética, de eficacia, de resolución de los problemas de la industria, de la vivienda, de la citricultura (y tantos más), que nos ilusione, para ver si entran nuevos aires frescos, porque con el actual gobierno del señor Camps y la oposición del PP nos ahogamos, nos asfixiamos, con tanta mentira y manipulación. Brindaré para que la jerarquía católica se manifieste contra el hambre, el sida, las guerras, el terrorismo, su propia riqueza..., con o sin gorra y chándal.
En fin, una buena copa de cava, aunque sea catalán, siempre cae muy bien, ayuda a hacer una buena digestión, predispone a la charla, al diálogo, a la tolerancia, a emprender nuevos proyectos... Porque el abuso del alcohol es perjudicial, pero una sola copa, o dos, de cava, aunque sea catalán, ¡es tan reconfortante!
Joan Pla es escritor.
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