Elton John podrá casarse... o casi
El Reino Unido estrena una ley para parejas de hecho homosexuales que otorga derechos similares al matrimonio
Hace 700 años, en Inglaterra quemaban vivos a los sodomitas. En el siglo XVI, Enrique VIII suavizó un poco la pena: eran ahorcados, algo que estos días aún se hace en países como Irán. Hasta 1861 no se suprimió la pena de muerte por actos de sodomía en Inglaterra y Gales, pero en 1885 se aprobó la primera ley específicamente antihomosexual (un término entonces recién acuñado). Las cosas han cambiado desde entonces: en poco más de tres semanas, las parejas del mismo sexo tendrán los mismos derechos que las de sexo diferente.
Pero durante casi 100 años, la homosexualidad siguió estando prohibida en un país que presumía de ser la primera democracia del mundo y una de las pocas que nunca hasta ahora ha dejado de serlo. En 1961, una película protagonizada por Dirck Bogarde llamada Víctima se convirtió en el primer paso para acabar con esa ley, conocida como "la ley del chantaje" porque era utilizada para extorsionar a numerosos homosexuales. La democracia británica no despenalizó la homosexualidad hasta 1967, pero incluso hace muy poco, en 1985, aún se aprobaban leyes homófobas como la llamada "sección 28" que perseguía la promoción de la homosexualidad.
Hasta 1861 no se suprimió en Inglaterra la pena de muerte por actos de sodomía
Desde los años sesenta, como ha ocurrido en medio mundo, los derechos de los homosexuales se han ido equiparando a los del resto de la población y cientos, miles quizá de gays y lesbianas, se disponen a celebrar sus primeras uniones civiles a partir del próximo 21 de diciembre. Entre ellos se estima que habrá 400 sacerdotes de la Iglesia de Inglaterra que viven abiertamente su homosexualidad aunque la jerarquía les exige un compromiso de abstinencia sexual.
Habrá uniones de gentes anónimas y también de celebridades como Elton John, que hace ya muchos años que salió del armario y que se casará con su novio de hace 11 años, el canadiense David Furnish. La suya será una boda sencilla, en presencia sólo de los padres de ambos, con los que luego compartirán un almuerzo. La fiesta multitudinaria será por la noche. En realidad, el enlace entre Elton y David no será exactamente una boda. La ley inglesa no llega tan lejos como la española, que equipara los enlaces de personas del mismo sexo a la categoría de matrimonio, pero tiene la ventaja de que otorga los mismos derechos que la ley española con un amplísimo respaldo parlamentario, algo que hace mucho más difícil que haya aquí un boicoteo de los sectores más conservadores de la sociedad como ocurre en España. La adopción o coadopción se había aprobado hace años en otro texto legal.
"En este país pensábamos que lo importante era poner en marcha la legislación cuanto antes y que era mejor ir hacia la ley de uniones civiles, y no el matrimonio, porque la idea del matrimonio gay habría generado una considerable oposición", explica Andy Forrest, de Stonewall, uno de los grupos más activos del movimiento gay en el Reino Unido. "Queríamos que se legislara con rapidez porque conocíamos muchos casos de parejas en las que uno de ellos estaba gravemente enfermo y necesitaban que la legislación saliera adelante antes de que el compañero muriera. Porque el problema es que, hasta ahora, en caso de muerte, el superviviente podía perder la casa, tenía que pagar un impuesto de sucesiones enorme y en muchos casos se les negaba el acceso a ver su pareja enferma en el hospital, o a identificar su cadáver. No decimos que esta vía sea mejor que la del matrimonio, pero otorga todas las ventajas que tiene el matrimonio: la única diferencia es el nombre", añade.
La ley de Uniones Civiles entró en vigor el 18 de noviembre de 2004, pero hasta el próximo 5 de diciembre no se abre el periodo de inscripción para acogerse a ella. Transcurridos 15 días desde la solicitud ya pueden firmar y registrar la unión civil. Para poder acogerse hay que ser mayor de edad, no estar casado ni registrado con otra pareja ni tener parentesco cercano.
Entre los derechos que otorga la ley (o la legislación financiera que la complementa) figuran los siguientes: reconocimiento del estatuto de pariente más próximo, tratamiento conjunto de las ayudas económicas y sociales, derecho conjunto de pensiones, responsabilidad parental sobre los hijos de cada uno, reconocimiento a efectos de inmigración, derecho a no prestar testimonio contra la pareja en los tribunales, derecho a registrar la muerte del compañero, derecho a reclamar su pensión, elegibilidad para ayudas por viudedad, compensación en caso de accidente mortal o daños criminales, reconocimiento de las leyes que regulan la herencia y últimas voluntades y derechos de sucesión como inquilino. Entre las responsabilidades que impone la ley en caso de disolución de la relación figuran las siguientes: acuerdos justos de división de las propiedades, acuerdos sobre la residencia y contacto adecuado con los hijos.
El Gobierno estima que se registrarán unas 22.000 parejas en los próximos cinco años. "Creemos que las ceremonias van a estar bastante repartidas por todo el país y va a haber bastantes. Sobre todo al principio porque las parejas establecidas desde hace tiempo quieren hacerlo en cuanto puedan. Está por ver qué decidirá la gente que lleva pocos años juntos", explica Andy Forrest. "En términos de reparto geográfico, creemos que no va a haber diferencias. Vivan donde vivan, se van a acoger a la nueva ley. Pero es cierto que aquellos que viven en áreas muy remotas y que no han hecho pública su relación tienden a registrarse en grandes ciudades porque la ley no te obliga a cumplir el registro de la unión civil en el lugar en que vives. Puedes hacerlo en cualquier sitio, siempre y cuando cumplas los trámites de aviso previo, por si la gente prefiere mantener el anonimato en su localidad".
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.