Seis versiones para Guadarrama
Los ecologistas aseguran que es necesaria la creación del parque nacional y barajan diferentes fórmulas
La sierra del Guadarrama es un paraje de gran valor medioambiental que debe ser protegido. Políticos y ecologistas coinciden en ello, pero no en la manera de actuar. La declaración de parque nacional es la figura sobre la que se trabaja. EL PAÍS ha consultado a seis expertos sobre cuál debe ser el futuro de este espacio natural.
PEDRO HERAS "El parque es posible, pero hay que actuar ya"
"Todavía es posible la declaración de la sierra del Guadarrama como parque nacional, pero hay que actuar ya", dice Pedro Heras, presidente de la Sociedad Castellarnau de Amigos de Valsaín, La Granja y su entorno. "Es necesario que tanto la Comunidad de Madrid como la Junta de Castilla y León terminen sus PORN y se paren los planes urbanísticos que se están poniendo en marcha. En muchos municipios se está trabajando en nuevos planeamientos antes de que llegue el parque; entiendo que con un criterio de máximos que luego se recortará".
Y añade: "Ahora se ha introducido otro elemento más a debate: la financiación del parque nacional. Independientemente de que los dos gobiernos autónomos sean del PP y en el central esté el PSOE, hay que dar la suficiente financiación al parque para que éste sea viable. Sería absurdo que el dinero fuera un obstáculo".
"Pero lo más importante es que todos tengamos claro que en el futuro Parque Nacional del Guadarrama no sólo hay que proteger las cumbres", concluye.
JOSÉ LUIS HURTADO "Queremos acceder libremente a las montañas"
"Estamos de acuerdo en que hay que proteger las montañas porque constituyen reservas de biodiversidad, cultura y paisaje, que se trata de ecosistemas frágiles, pero hay que tener cuidado en no caer en la postura de prohibirlo todo", opina José Luis Hurtado, presidente de Real Sociedad Alpina Peñalara. "Creemos que hay que sustituir la prohibición por la educación. Los montañeros proclamamos nuestro derecho de acceder libremente a las zonas de montaña y de practicar deporte en las condiciones de seguridad adecuadas. Y a no sufrir más limitaciones que las estrictamente justificadas, ejercitando nuestro derecho a la libertad de circulación sin más barreras que las que se fundamenten en argumentos técnicos y científicos", argumenta."No hay duda de que la cantidad de visitantes actuales al Guadarrama puede ejercer cierta presión sobre los espacios naturales. Por esta razón, acaso en su momento, se deberán tomar medidas rigurosas y coyunturales para paliar sus daños. Pero si se adoptaran estas medidas, no deberían afectar al montañismo, ya que se trata de una actividad tradicional que, como otros usos tradicionales, resulta eficaz para defender la montaña de los deterioros que puedan producir otros usuarios, pues los montañeros, desde que acceden a ella, se convierten en garantes de su conservación. Y esta responsabilidad, casi metafísica, del montañero sólo se puede ejercer caminando libremente por la montaña, al igual que hace el pastor, el gabarrero, el ganadero o el agente forestal", concluye.
MARÍA ÁNGELES NIETO "Hay que controlar los desarrollos urbanísticos
"Ecologistas en Acción siempre ha defendido la declaración de un parque nacional en las dos laderas de la sierra del Guadarrama. Consideramos que esta figura sería la única que otorgaría el mismo grado de protección y unas directrices de gestión similares a un enclave natural de alto valor que tiene su territorio dividido entre dos comunidades autónomas", dice María Ángeles Nieto, coordinadora de este grupo.
"Sin embargo", añade Nieto, "un parque nacional que se limite a proteger lo que actualmente ya está protegido y que deje fuera algunos de sus enclaves más valiosos por no entrar en conflicto con algunos usos no serviría de mucho. La sierra no es sólo cumbres. Sus valles, su piedemonte, forman parte de un todo que debe ser protegido. El parque nacional sólo tendría sentido si se adquiere el ineludible compromiso de limitar y controlar los usos y las actividades que puedan suponer un mayor riesgo para su conservación. En este sentido, el principal enemigo con que cuenta la sierra es el urbanismo descontrolado que se desarrolla en sus dos laderas. Crear un parque nacional sin incorporar directrices que controlen con rigidez el desarrollo urbanístico en un ámbito lo suficientemente amplio supondría la puntilla final para la sierra del Guadarrama".
CARLOS BRAVO "El enfrentamiento político, la nueva amenaza"
"La protección de la sierra del Guadarrama bajo la forma de parque nacional constituye una reivindicación que en pocos años llegará a su centenario", advierte Carlos Bravo, presidente de la asociación ecologista segoviana Centaurea, miembro de Greenpeace y uno de los promotores de las marchas de Allende Sierra.
"En estos últimos años se han sucedido diversas resoluciones parlamentarias y declaraciones institucionales en pro de su declaración como parque nacional: en la Asamblea de Madrid, en las Cortes de Castilla y León, en el Congreso de los Diputados, y por parte de la Comunidad de Madrid y la Junta de Castilla y León, así como del Ministerio de Medio Ambiente. Su actual titular, Cristina Narbona, se comprometió al respecto ya en el verano de 2004, durante la marcha al Puerto de Malangosto organizada por Allende Sierra", recuerda.
Bravo se asombra de la nueva polémica que se ha abierto alrededor del parque. "Cuando los planes de ordenación de los recursos naturales de ambas vertientes están ya ultimados, sorprende que Cristina Narbona y los consejeros de Medio Ambiente de Madrid y Castilla y León se hayan enzarzado en una agria disputa sobre la financiación, disputa que está poniendo en riesgo su viabilidad. El enfrentamiento político es la nueva amenaza del parque que sólo se explica como una nueva fase de la crispada batalla política entre PSOE y PP".
Y concluye: "Ellos son los responsables de que se aproveche o se pierda esta nueva oportunidad histórica, quizá irrepetible, de declarar el Parque Nacional de la Sierra del Guadarrama".
ANTONIO SÁENZ DE MIERA "Hay que proteger cuanto antes las zonas de transición"
"Lo que necesita protección, y protección urgente, es el conjunto de la sierra del Guadarrama en sus zonas altas, en sus zonas medias y, muy especialmente, en sus zonas bajas, las denominadas de transición, situadas en el piedemonte serrano y sometidas en la actualidad a una presión urbanística tan feroz que puede dar al traste con las mejores intenciones del proyecto". Ésa es la opinión de Antonio Sáenz de Miera, presidente de Amigos del Guadarrama. "Si la declaración de parque nacional sirve para eso, bienvenida sea. En realidad ya ha servido para llamar la atención sobre la necesidad de contemplar la sierra como un conjunto que exige un plan de ordenación transfronterizo, coherente con su funcionamiento ecológico y sus límites ecorregionales", añade.
"Estoy a favor del parque. Entre otras cosas, porque no veo claros los motivos de los que parecen estar en contra. Observo con preocupación la actual trifulca política en torno a su declaración, pero confío en que la importancia de lo que está en juego, nada menos que el futuro de la sierra del Guadarrama, hará entrar en razón al Gobierno central y a las administraciones autonómicas de Madrid y de Castilla y León", dice Sáenz de Miera. Y concluye: "Los que amamos la sierra, y somos muchos, les exigimos respetuosamente que se pongan de acuerdo y que lo hagan pronto, porque la actual situación de interinidad, que puede ser buena para algunos, no lo es ciertamente para el Guadarrama".
FRANCISCO CANTÓ "La figura del parque está cada vez más consolidada"
"Dice Narbona que es posible que no merezca la pena proteger lo que tenemos, porque se va a urbanizar todo y no será posible salvarlo. Comparto la preocupación y el temor por la masificación urbanística y la especulación en este entorno natural, pero la única salida viable es la creación de un espacio protegido con la máxima protección posible y a escala nacional, que consolide la existencia de un territorio natural vivo, sostenible por sí mismo", reflexiona Francisco Cantó, técnico del organismo autónomo Parques Nacionales del Ministerio de Medio Ambiente.
"Más de seis años lleva abierto el tema del Parque Nacional del Guadarrama. Es sensato hacer estudios, reflexionar y escuchar a todos, pero en ocasiones parece como si no existiera la voluntad de hacer algo de verdad. Parece increíble que estando la petición del parque nacional en los programas electorales del PSOE, PP e IU, teniendo la aprobación por unanimidad de los dos parlamentos autonómicos y habiéndose realizado la petición por escrito al Ministerio de Medio Ambiente desde las dos consejerías de Medio Ambiente, se siga dando tantas vueltas al tema", se sorprende Cantó.
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