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El Gobierno aprueba un nuevo pedido de 1.000 todoterrenos Aníbal a la factoría de Santana

La Federación de Empresarios del Metal pide una reunión de industrias auxiliares

Ginés Donaire

El Consejo de Ministros autorizó ayer la adquisición, por importe de 28,2 millones de euros, de 1.000 nuevos vehículos todoterreno del modelo Aníbal que se fabrican en la factoría automovilística Santana Motor, de Linares (Jaén). Con este nuevo pedido, la producción de Santana con destino al Ejército es ya de 1.629 vehículos. De esta manera, se duplica la carga productiva recogida en la bases del concurso de homologación del todoterreno Aníbal como vehículo oficial del Ejército español, ganado por Santana Motor en junio de 2004.

El Aníbal es un vehículo diseñado para el transporte de personal y equipo que puede transportar una carga útil de 1.000 kilogramos. Es capaz de superar pendientes frontales del 6% y laterales del 40%. Está equipado con un motor Iveco diesel turboalimentado de 125 CV de potencia que le permiten alcanzar una velocidad máxima de 140 kilómetros/hora y una autonomía de 1.000 kilómetros. Este nuevo pedido ya fue avanzado el pasado 28 de octubre por el ministro de Defensa, José Bono, que visitó las instalaciones de Santana acompañado del presidente andaluz, Manuel Chaves. Los dos apostaron por la viabilidad y el futuro de la factoría automovilística, la única en España con capital íntegramente nacional y cuyo accionista mayoritario es la Junta.

De otro lado, la Federación de Empresarios del Metal de Jaén ha pedido a la Junta que propicie un encuentro entre las industrias auxiliares de Santana y las sociedades CAF y Gamesa -que construirán trenes ligeros y aerogeneradores, respectivamente, en la planta de Linares- con el fin de concretar las necesidades de producción de componentes y piezas que pueden afrontar las empresas que forman parte del parque de proveedores de Santana. El secretario de la Federación del Metal, Ramón Calatayud, sale así al paso de las declaraciones del consejero de Innovación, Francisco Vallejo, que en días pasados mostró su preocupación por la escasa respuesta de las industrias auxiliares a la oferta realizada por CAF.

Los empresarios del Metal dicen que "no es tan fácil" adaptar el plan de diversificación a las necesidades de las empresas auxiliares. "Queremos contar con la suficiente carga de trabajo y que CAF, a precios iguales con otros suministradores del país, garantice que las piezas las hagan las empresas de Linares", señaló Calatayud.

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