La cooperativa encargada de la sanidad animal en Álava despide a Quintana

El consejo de Abeltzain, la cooperativa que gestiona en Álava, por delegación de la Diputación, el control de la sanidad y la identificación de la cabaña bovina, convocó ayer ayer a su gerente y veterinario habilitado, José Fernando Quintana, para comunicarle su despido. La decisión de prescindir de los servicios de Quintana, que había solicitado el diputado de Agricultura de Álava, Eloy López de Foronda, es consecuencia de las irregularidades sanitarias y de identificación de reses descubiertas en las cinco explotaciones ganaderas de familiares directos del veterinario habilitado.

Esas anomalías han sido puestas de manifiesto por este periódico desde el 16 de septiembre, a raíz de los problemas de identificación planteados con una vaca loca detectada en una granja que posee la compañera de Quintana en Santa Cruz de Campezo. Los socios de Abeltzain -el sindicato agrario UAGA (sección alavesa de EHNE), su cooperativa de servicios AGA, y las agrupaciones ganaderas reunidas en Sergal- están especialmente preocupadas por el futuro de la propia cooperativa ganadera.

La Diputación aprobó hace dos semanas el nuevo concurso de sanidad e identificación animal para dos años. Abeltzain, que lleva 20 desarrollando esta labor, teme que en esta ocasión pueda presentarse algún competidor, como la filial de servicios ganaderos de la empresa semipública Tragsa, que ya se ha entrevistado con responsables de la Diputación para recabar información.

López de Foronda advirtió a los socios de Abeltzain de que la salida de Quintana era requisito imprescindible para optar al concurso. El pasado mayo, una sentencia de lo penal por estafa y falsificación dio por probado que 29 animales de las granjas de su familia fueron sacrificados entre 2000 y 2001 en los mataderos de Vitoria y Durango, cuando previamente se había certificado su fallecimiento y se había cobrado del seguro la correspondiente indemnización. Para producirse el fraude tuvo que falsificarse la identificación de las reses.

Por otro lado, el veterinario del Servicio de Ganadería de Álava Javier Lauzurica asegura, en una respuesta a un juntero socialista, que las diputaciones de Vizcaya y Guipúzcoa hacen campaña sanitaria por muestreo a "aproximadamente el 50% del censo" de bovino desde "hace ya algunos años". Este argumento lo utiliza Lauzurica para reforzar la tesis de su servicio de que no es necesario comprobar el estado sanitario de la totalidad de las reses. Como principio general, es obligatoria la realización de campañas sanitarias al 100% de los rebaños, aunque hay excepciones para zonas que tienen decretada la calificación de indemne (libres de determinadas enfermedades) por la autoridad competente. En el País Vasco no hay declaración oficial, pese a que la casi nula incidencia de algunas enfermedades lo permitiría.

La realización de las campañas sanitarias condiciona la percepción de primas ganaderas de la Unión Europea. El Fondo de Garantía Agraria (FEGA), organismo pagador de las ayudas en España, ha preguntado al Gobierno vasco por posibles irregularidades en el cobro de primas por este motivo, tras las informaciones publicadas por EL PAÍS, y se mantiene a la espera de una respuesta oficial.

La pregunta del juntero socialista Dalmacio Martín iba dirigida a López de Foronda, pero éste le ha remitido un informe realizado por Lauzurica. En él asegura que en Álava han pasado campaña sanitaria el 84,55% de las reses, cuando el diputado alavés de Agricultura confirmó en las Juntas Generales que en las explotaciones de Quintana no se había llegado al 30%. También señala que en gran parte de las explotaciones no se hace un control sanitario del cien por cien de sus cabezas, aunque ganaderos consultados por este diario aseguran que la inmensa mayoría pasa la campaña con la totalidad de los animales, como exigió la propia Diputación en noviembre del pasado año.