Multitudinarias concentraciones por los tres joyeros asesinados
La policía incorporará 10 nuevos agentes a su plantilla
El brutal triple asesinato por parte de dos atracadores de una familia de pequeños joyeros de la localidad barcelonesa de Castelldefels desembocó ayer en una masiva protesta de los ciudadanos y los comerciantes del municipio, que reclamaron justicia y seguridad. Unas 6.000 personas, según la Policía Local, participaron por la mañana en una marcha silenciosa que partió de la joyería de los asesinados y acabó en el Ayuntamiento, donde se guardó un minuto de silencio. Por la tarde, de nuevo unas 8.000 personas volvieron a llenar la plaza consistorial y las calles aledañas, depositaron velas y guardaron tres minutos de silencio.
La junta de seguridad local, integrada por representantes del Ayuntamiento, la Delegación del Gobierno, el Cuerpo Nacional de Policía y la Policía Local, se reunió ayer por la tarde con carácter de urgencia en Castelldefels. El alcalde, el socialista Antonio Padilla, reclamó un aumento de los agentes de la comisaría del Cuerpo Nacional, cuya plantilla está integrada por 100 agentes y que a partir de hoy tendrá 10 agentes más. La Policía Local cuenta con 81 agentes para dar servicio a una población de más de 56.00 personas, muchas de las cuales viven en casas unifamiliares.
Durante todo el día de ayer, amigos y conocidos depositaron velas y ramos de flores frente a la pequeña joyería de la familia Royo, en la calle de Antonio Machado del barrio Vista Alegre, donde también vivían los fallecidos. El matrimonio formado por José Luis Royo y Rosa Alonso y su hijo Carlos, asesinados el martes por dos atracadores, eran muy conocidos por su carácter afable.
El duelo era visible no sólo en el barrio en el que se produjeron los hechos, en el que los comercios cerraron durante todo el día, sino en todo el municipio: el resto de establecimientos de Castelldefels también bajó las persianas durante el transcurso de las concentraciones de la mañana y la tarde y colgaron crespones negros en sus escaparates.
La protesta de la mañana finalizó entre los gritos contra los dos asaltantes y la petición de justicia ante el Ayuntamiento, donde se leyó un manifiesto en el que se expresaba la "indignación por lo ocurrido" y por la "falta de medios" ante la tragedia. En algún momento, el dolor se tornó en crispación dirigida contra la Administración local.
El presidente de la Generalitat, Pasqual Maragall, y la consejera de Interior, Montserrat Tura, visitaron al mediodía al alcalde para darle su apoyo. Padilla, que destacó el papel de la Policía Local en la detención de los dos presuntos asesinos, trasladó por la tarde al delegado del Gobierno, Joan Rangel, la necesidad de reforzar la seguridad. "Hay sensación de inseguridad desde hace tiempo, que la situación de ayer [por el martes] aumenta aún más", dijo el alcalde.
El Cuerpo Nacional ya aumentó su plantilla en 19 agentes a principios de noviembre en respuesta a las reclamaciones de la población, que unos meses antes presentó 9.300 firmas solicitando más seguridad ante el incremento de robos en comercios. "La ciudad ha crecido mucho en los últimos años, tiene playa y montaña y urbanizaciones separadas, pero este hecho no ha ido acompañado hasta ahora de un incremento de policía", explicó el presidente del barrio Vista Alegre, Jesús Sánchez Pajares.
Polémica por la ambulancia
Según Sánchez Pajares, "faltan patrullas policiales en la calle" para evitar los atracos. En este barrio, la sensación de inseguridad entre el vecindario es mayor, ya que además de los numerosos robos que dicen haber sufrido los comerciantes, el pasado 1 de noviembre unos desconocidos ametrallaron un coche en el que viajaba una pareja de nacionalidad croata, causando la muerte del hombre. En este, caso la policía afirmó que se trató de un ajuste de cuentas.
Además de seguridad, la población de Castelldefels exigió ayer una mejora en el servicio de ambulancias. Según los vecinos, la asistencia médica al matrimonio e hijo asesinados se demoró entre 20 y 40 minutos. Por el contrario, el Departamento de Salud de la Generalitat aseguró ayer que la ambulancia tan sólo tardó 14 minutos en llegar desde que se recibió el aviso.
"Tenemos el ambulatorio a dos calles y cinco ambulancias aparcadas de la Cruz Roja al lado, pero el servicio lo lleva a cabo una empresa concesionaria instalada en la vecina localidad de Viladecans", se quejó ayer el presidente de la Federación de Asociaciones de Vecinos de Castelldefels, Antonio Mitadiel. El representante vecinal explicó que la Federación presentó hace un mes un escrito en el pleno municipal solicitando un mejor servicio.
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