Zapatero y Berlusconi intentan aumentar las relaciones económicas

España e Italia abordan hoy en Roma su decimotercera cumbre bilateral, con el problema habitual de cómo dar contenido a unas relaciones que son buenas por definición, pero poco significativas en la práctica. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y su homólogo, Silvio Berlusconi, que celebran su tercer encuentro y su segunda cumbre, han buscado en la economía la solución. El éxito no parece rotundo. La agenda europea, especialmente sobre inmigración y presupuestos, dominará, por ello, sus conversaciones.

La falta de contenidos ha sido la dificultad constante para situar las relaciones políticas al nivel de la sintonía entre ambas sociedades. Para el Gobierno español, la Europa mediterránea es esencialmente Francia, y ello se explica, en buena medida, por la disparidad de los intercambios económicos: 56.500 millones de euros en 2003, frente a 30.182 millones con Italia.

También influye que entre Madrid y Roma no haya grandes problemas, pese a las dificultades insuperables que han encontrado los bancos españoles en sus intentos de entrar en el sistema financiero italiano. Incluso cuando José María Aznar y el cavaliere caminaban por el mundo de la mano había ese problema de contenidos. Los roces que esa herencia dejó han quedado superados y en La Moncloa aseguran que hay buena conexión entre Berlusconi y Zapatero.

Resultados concretos

La cuestión es qué hacer. Durante los preparativos de esta cumbre, en la que participarán los ministros de Exteriores, Justicia, Trabajo y Asuntos Sociales, Fomento e Industria, la parte italiana ha insistido en los temas económicos para poder presentar a la opinión pública algún resultado concreto.

España e Italia crearon hace un año, en la cumbre de Cuenca, un grupo de acción para afrontar estos temas, y hoy ratificarán su decisión de que siga funcionando. Las dos partes, indican fuentes diplomáticas, firmarán además un protocolo para aunar esfuerzos para promover el turismo, de capital importancia para ambos países.

La densa red de pequeñas empresas que caracteriza a los dos países es otro campo en el que pretenden cooperar, promoviendo la coordinación entre los respectivos centros tecnológicos que sirven a esas firmas. De este ámbito, surge, además, una línea común para defender el aumento del gasto en I+D en el marco presupuestario de la UE para 2007-2013, cuya negociación final, con vistas a lograr un acuerdo en Bruselas, en el Consejo Europeo del 15 de diciembre, será, sin duda, el tema prioritario de las declaraciones finales de los líderes. España e Italia se oponen a las nuevas rebajas del gasto comunitario que sugiere Tony Blair.

Otro tema de interés común es el migratorio, pero su incidencia en esta cumbre no parece relevante, dado que en Italia depende principalmente del Ministerio del Interior, que no participa en el encuentro por otros compromisos. Lo mismo ocurre con el terrorismo.