La nanotecnología frente a sus riesgos
LA PRIMERA REACCIÓN al escuchar a los especialistas de nanotecnología congregados por el Foresight Institute (.org) para abordar la cuestión de los riesgos planteados por su industria fue de agradable sorpresa. La segunda lleva inevitablemente a dudar que sea suficiente.
"Desde el punto de vista del medio ambiente, la nanotecnología puede ser benéfica o dañina", declaró Shanon Loyd, de First Environment (.com), empresa especializada en el desarrollo sostenible. Puede contribuir a reducir la contaminación o a "emitir nanopartículas tóxicas".
La nanotecnología se refiere a lo que se puede hacer directamente a escala nano (por debajo de 100 nanómetros; un nanómetro es la millonésima parte de un milímetro) o sea, más o menos, a nivel de moléculas. Abarca la producción y utilización de nanopartículas y su ensamblaje a nivel molecular.
"Los conocimientos de química y física usados como base científica para regular productos químicos tóxicos no pueden ser aplicados a las nanopartículas"
"Las mismas propiedades que hacen la nanotecnología atractiva la pueden volver peligrosa, y el comportamiento de éstas es difícil de prever"
¿Es buena o mala, la nanotecnología? Ambas cosas contesta Loyd, pero para hacer un balance serio juzga necesario dejar de lado los estudios sobre la toxicidad de partículas aisladas. Hay que tener en cuenta "el ciclo de vida total" de los productos, desde su inicio hasta la basura en la cual se transformarán, sin olvidar el proceso de fabricación y el periodo de uso.
"Las mismas propiedades que hacen atractiva la nanotecnología la pueden volver peligrosa, y el comportamiento de éstas es difícil de prever", afirma Jo Anne Shatkin del Cadmus Group (.com), especializado en evaluar riesgos ecológicos. Distingue entre peligros y riesgos, y precisa: "No hay riesgo sin exposición". Asimismo sugiere un procedimiento de evaluación "que se concentre en los problemas de exposición potencial" de los humanos a los productos de la nanotecnología. "Los productos que presentan menos riesgos tienen ciertas ventajas financieras," señala.
Durante una entrevista posterior a su intervención, Shatkin explicó que centrarse en la exposición a los materiales tóxicos permite resolver el problema, por ejemplo, de los miedos de los usuarios a aparatos electrónicos hechos con partículas tóxicas, pero encerrados en tubos protectores, ya que no tendrían exposición directa. "Con materiales que tienen tanto potencial para resolver problemas tenemos que estar atentos con los recursos," dijo.
El debate sobre riesgos era un eco alentador de discusiones cada vez más numerosas sobre el tema. Muchas de ellas son accesibles en la web. Por ejemplo, el Center for Responsible Nanotechnology (CRnano.org) agrega a las consideraciones meramente tecnológicas preguntas más políticas sobre el acceso, la propiedad o la creación de armas peligrosas. También pregunta: "¿Cuál será su impacto sobre la brecha que separa a los ricos de los pobres?". Por su parte la Universidad de Rice, en Tejas, acaba de poner una base de datos (icon.rice.edu) con descubrimientos en la materia.
Esas dudas constituyen un importante paso y, sin embargo, pocas veces abordan el problema de fondo: en ciencias y tecnologías de punta no tenemos las referencias históricas que permiten medir los riesgos.
Denise Caruso, directora del instituto Hybrid Vigor (.org), está terminando un libro sobre los riesgos en la era posgenómica y declaró: "Una de las muy pocas cosas que sabemos sobre la vida a escala nano es que las moléculas individuales se comportan de manera diferente a como lo hacen cuando están en grupo. ¿Cómo o por qué? No sé. Pero lo que sé es que nuestros conocimientos de la química y de la física, que han sido utilizados como la base científica para la regulación del uso de productos químicos tóxicos, no pueden ser aplicados a las nanopartículas". Y sin embargo, ya se están utilizando, por ejemplo en productos de belleza.
Tal vez debamos tomar seriamente en consideración las recomendaciones de la Royal Society (nanotec.org.uk) del Reino Unido: "Hasta que sepamos más del impacto sobre el medio ambiente de las nanopartículas y de los nanotubos, recomendamos evitar lo más posible su emisión al medio ambiente". De manera más general, recomienda cautela "hasta que se hayan hecho las investigaciones y se pueda demostrar que los beneficios potenciales superan a los riesgos potenciales".
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