El Macba celebra su décimo aniversario con la perspectiva de ampliar espacio y presupuesto

El Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona (Macba) cumplió ayer 10 años y lo celebra, además de con actos oficiales y lúdicos a finales de esta semana, con jornadas de puertas abiertas todos los domingos del mes de diciembre. El aniversario coincide con un momento dulce del museo, que, tras un nacimiento crispado y polémico, ha visto como en los últimos siete años, desde la llegada a la dirección de Manuel Borja-Villel, ha alcanzado prestigio y ha consolidado una personalidad propia en su búsqueda de un discurso paralelo o alternativo a la historia ortodoxa del arte de finales del siglo XX. Ha sido un cumpleaños, además, con regalos, tanto de espacios -ganará una nueva sala de exposiciones y tendrá por fin un centro de documentación abierto al público en el complejo del Convent dels Àngels- como de ingresos. Carmen Calvo, ministra de Cultura, confirmó ayer a Europa Press que su ministerio está "negociando" la posibilidad de entrar en el consorcio del museo y que su voluntad, en cualquier caso, es la de "cooperar" y "estar presente" en algunas instituciones, como ya lo hace "en el Museo Nacional de Arte de Cataluña".

Se había hablado del asunto en la conferencia de prensa de balance de estos primeros 10 años del Macba. Ferran Mascarell, concejal de Cultura del Ayuntamiento de Barcelona, comentó que la posible incorporación que se estaba negociando desde hacía años podría tener futuro, "pero esto lo tiene que decidir el ministerio". "Nosotros no le pondremos pegas, al contrario", añadió Mascarell, quien recordó que, enmarcada en la negociación de la Carta Municipal de Barcelona, que reconoce la capitalidad de la ciudad, se ha previsto una partida de 15 millones de euros en los Prespuestos Generales del Estado de 2006 para gastos culturales cuya distribución aún se negocia, pero que en parte se dedicarán al Macba.

La consejera de Cultura, Caterina Mieras, recordó que en los últimos tiempos el museo ha aumentado su presupuesto de forma notable -de los 4,4 millones de euros de 1995 se ha pasado a 9,5 millones de euros en 2005, que supone un crecimiento del 114%- y, además, "para el año que viene hay un presupuesto extraordinario para las obras de 890.000 euros que aportan por igual el Ayuntamiento y la Generalitat". Mieras recordó que el presupuesto para reformar el edificio pantalla del Convent dels Àngels como centro de documentación, cuya inauguración se prevé para la primavera de 2007, es de 1,3 millones de euros, el 70% de los cuales los aporta la Generalitat y el resto el Ayuntamiento de Barcelona.

Las obras en la capilla del Convent dels Àngels, en la que el Macba ya presentó parte de su colección el pasado verano, se iniciarán en diciembre y se prevé que pueda abrir a principios del próximo verano. El coste total de estas obras, que en parte ya estaban presupuestadas en 2005, es de 837.000 euros que asumen a partes iguales las dos instituciones.

Momento cero

Macba 1.0 Año diez, momento cero es el lema del aniversario del museo, pero aunque parezca que se inicia una nueva etapa, en realidad refleja, según afirma Borja-Villel: "El continuo cuestionamiento que nos hacemos de la función del museo y de sus objetivos". El director del Macba había recordado antes algunas líneas maestras de su gestión que pasan, por ejemplo, por entender el arte como un elemento enraizado en la sociedad, la propuesta de un programa de actividades que exigen la participación activa de público y la creación de una colección que entiende la contemporaneidad desde una perspectiva posmoderna.

"Manuel Borja-Villel me indicó que teníamos que conseguir que el Macba fuera el único museo de arte contemporáneo y ahora es un centro de referencia reconocido en todo el mundo", afirmo ayer Leopoldo Rodés, presidente de la Fundación Macba. Rodés recordó el papel central que Pasqual Maragall tuvo en la creación de este museo cuando era alcalde de Barcelona y Mascarell, por su parte, resaltó el buen funcionamiento del modelo mixto del sector público y privado del consorcio, así como la independencia de gestión de la que ha gozado Borja-Villel.